La primavera que no querré
Yo no quiero que a mi corazón le salgan brotes de hierba mala. No quiero salir a la calle y ver brazos mutilados en los contenedores de basura. No quiero que al sol le salgan espinas ni que a la luna le chorreen pétalos de sangre. No quiero recibir insultos de alguien que no me conoce por el mero hecho de rozarme con su espalda. No quiero que nadie me dispare a bocajarro por mirarle a los ojos y que sus ojos me digan que la nada es necesaria. Y que la nada sea el todo abominable. El todo dominante. El todo poderoso. El todo desquiciante. El todo embriagador. El todo más seductor de todos. El todo de la nada.