¡Psé!
Las cosas están difíciles, para qué negarlo. España está al borde del abismo y, aunque parezca siempre ajeno a la realidad, el jefe de Peláez lo sabe. Prueba de ello es que esta semana ha estado tratando de conocer la cultura germana por si le tocada emigrar, como a tantos otros, a Alemania. Eso sí, ha limitado su aprendizaje a las salchichas, el chucrut y ver partidos de la Bundesliga.