La vida sigue
La semana comenzó con profunda tristeza para Peláez, no por ninguno de los casos de corrupción destapados sino por el fallecimiento de la inolvidable Ana María Matute, cuya muerte le dejó en una profunda orfandad emocional. Pero la vida sigue y las cosas volvieron a su ser los días siguientes cuando su jefe le pidió a él las vacaciones tras despistarse una vez más y olvidar los roles de cada uno en la empresa, cuando tras profunda reflexión el director del periódico escogió su desayuno o cuando llamó esquiroles a los becarios que abandonaron la redacción por el bar donde también ponían cafés pero les pagaban por ello.