País que no se mueve
En medio de la tormenta de fuego y dudas apareció un huracán y todos a cubierto. Todos menos el ciudadano, que mira a todas partes y no sabe qué dirección tomar. Nos encontramos en un mar de confusiones, donde nada es lo que parece y nunca se llega al todo porque ese todo es tan relativo que se diluye de nuestras manos como el agua.