Nadie te habla de amor
Cuando hablas quieres que el mundo se pare, que no vuelen los pájaros y el viento deje de soplar. Pero tú no escuchas. Cuando te hablan eres una estatua de bronce que ahuyenta a los niños con tu mirada de hielo. Tu corazón es un iceberg gigante que hundió al Titanic y derrama mariposas de acero.