La aldea que “resistió” a Napoleón
Al nordeste de Madrid, a 60 kilómetros de la capital y haciendo prácticamente frontera con Guadalajara, un pequeño pueblo de la sierra norte madrileña tiene divididos a sus vecinos en dos. Por un lado, oculto en la cima de la montaña, Patones de Arriba, un pueblo turístico casi deshabitado considerado Bien de Interés Cultural. Por otro, en el llano, Patones de Abajo, que acoge a la mayoría de los poco más de 500 habitantes de la aldea. La historia está en las alturas.