Pintor, decorador y mozo de espadas

360 Grados Press se acerca esta semana a una de las profesiones taurinas más importantes, la de mozo de espadas, de la mano de David Fernández “El Triguero”, que también desarrolla otros trabajos como la pintura y la decoración. Hace dos años que optó por esa faceta taurina, pero como él nos cuenta, la afición a los toros le viene de largo.

Desde reservar hotel hasta lavar el vestido del torero, pasando por laentrega de la documentación a las autoridades pertinentes, el mozo de espadasDavid Fernández El Triguero, busca que cada diestro y cada novillero al queacompaña solo tenga una preocupación: torear.

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Sin embargo, las labores de un mozo de espadas van más allá de prevercada detalle, ya que su trabajo consiste en “organizar los viajes de lacuadrilla, reservar los hoteles, ir a los sorteos para decirle a mi matador quéanimales le tocará lidiar, presentar los carnés del torero y de losbanderilleros al ministerio del Interior, hacer llegar los boletines de laSeguridad Social a la empresa para que los cuñe y que esté todo en regla; perotambién tengo que arropar a mi torero en los momentos difíciles, darle moral,aportarle confianza y tranquilidad, dejarle sus instantes de silencio yreflexión, además de ayudarle a vestirse para hacer el paseíllo, cobrar, pagara la cuadrilla, lavar el vestido y preparar el próximo viaje“, explica DavidFernández.


La capacidad para saber qué consejos o qué momentos de soledad necesitaun torero suele ser fruto de la experiencia. Como comenta El Triguero: “Fuinovillero e hice amistad con espadas valencianos como Óscar Sanz, José Calvo,Tomás Sánchez, Raúl Blázquez, Ángel de la Rosa o Javier Rodríguez, pero fue el maestroJosé Calvo quien me animaba constantemente a hacerme mozo de espadas. Así lodecidí hace dos años, en los que he ido a la órdenes de Antonio Hernández”Melenas”, José Calvo, Sergio Ferrer y una serie de alumnos de la Escuela deTauromaquia de Valencia; se puede decir que en un principio me abrieron laspuertas por amistad, pero luego también por profesionalidad“.


Además, desde que era un niño, este mozo de espadas ya sentía unaespecial atracción por el mundo taurino, como cuando “la televisión de mis abuelos eraen blanco y negro y pasábamos a la casa de nuestros vecinos para ver lascorridas de toros en su televisión en color y disfrutar de toreros comoAntoñete, El Niño de la Capea, Juan Mora, Curro Romero, Rafael de Paula, DámasoGonzález, etcétera“, recuerda David Fernández.


En cambio, su profesión taurina no le ha impedido desarrollar otrostrabajos como el de pintor y decorador. Así lo relata el propio Triguero: “Hoypor hoy no puedo vivir sólo de ser mozo de espadas, aunque es mi reto, por loque también me he dedicado a pintar y decorar casas, aunque ahora por la crisiseconómica, ¡ni pintamos ni decoramos tanto!, pero de vez en cuando sale algo.La parte positiva de tener estas dos profesiones es que me puedo acoplarbastante los horarios y, normalmente, llego a un acuerdo con los clientes parair a pintar antes o después de los días que tengo un festejo taurino“.


En estas dos temporadas que El Triguero -como se anunciaba DavidFernández en los carteles-,  lleva comomozo de espadas ha habido momentos anecdóticos dignos de recordar como éste, “lepresté una montera al novillero sin picadores Robert Beltrán, una montera quetambién dejo habitualmente a otros chavales, y le expliqué cómo debía brindarsu astado, tirándola hacia la derecha y yéndose él hacia la izquierda o al revés,pero los nervios le traicionaron y la montera acabó rodando por todo el ruedo yhecha una patata“, finaliza David Fernández.


@egasensi


Adrián Cordellat

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