Los enemigos urbanos de las bicicletas

Cuando se trata de apostar por las dos ruedas, la opción en las ciudades se hace más difícil porque están diseñadas para favorecer el uso del coche en perjuicio de estas otras formas de trasportarse. La fragilidad del usuario, el robo y el aparcamiento, principales escollos a los que se enfrenta el ciclista urbano. 360 Grados Press se adentra en las soluciones que usuarios y asociaciones de ámbito nacional ya han puesto en práctica para cambiar el modelo.

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El uso de la bicicleta está ligado a las posibilidades de aparcamiento que ofrezca la ciudad, la comodidad es un factor relevante y adquiere un valor inimaginable en la actualidad occidental. Mientras que muchos usuarios se posicionaran a favor del coche y otros tantos serán amantes de las bicicletas, se da una amplia parte de la población que se inclinarán hacia aquello que le facilite la vida. A este hecho se le suma el elevado número de robos a los que se enfrentan los apasionados a las dos ruedas, hecho que puede convertirse en causa de su inclinación hacia otros medios de transporte.

 

Muchos han sido los empresarios españoles que se han arriesgado y han apostado por este nuevo nicho de negocio. Perfiles que han visto en su vocación una manera de luchar contra la crisis. En Valencia se han comenzado a dar los primeros pasos en esta línea, un ejemplo es Bici Point València donde se ofrece parking exclusivo para ciclistas, así como la revisión y reparación de las bicicletas. Su impulsora, Belén Vidal del Cerro, explica que la finalidad de la empresa es “cubrir una necesidad de un sector de la población que emplea la bicicleta como modelo de transporte habitual”. Por otro lado, han nacido nuevas empresas que han prosperado en este ámbito como son Don Cicleto cuya actividad empresarial se desarrolla en Madrid o Semab, de Girona.

 

Mientras que las grandes empresas han prosperado en este sector y poseen “varios trabajadores y pedidos en diferentes puntos del globo, como Andorra o Francia”, según indica Jordi Sorts de Semab, los pequeños empresarios que se lanzan en esta aventura reclaman subvenciones y asesoramiento por parte de sus ayuntamientos, Vidal del Cerro explica que encontró muchas “trabas” y “reglamentos incomprensibles” a la hora de sacar adelante su proyecto. 

 

Otro ejemplo de este nuevo negocio que está naciendo poco a poco es La Cicleria que  nace con el afán de dar respuesta a la demanda ciclista de la capital aragonesa, sus integrantes, como señalan ellos mismo en su página web han hecho de “su pasión, su profesión”. La empresa se dedica a desarrollar todo tipo de servicios viales. Es un proyecto en el que tienen cabida diferentes espacios y funciones, todas destinadas a la bicicleta: reparación, venta de accesorios y recambios, cursos, alquiler de bicis, planificación de rutas… 

 

Registro contra robos

Una de las grandes preocupaciones de los asociados es el robo. Entre las posibilidades que se plantearon para frenarlo se da el registro de bicicletas, este método se plantea como una posibilidad para recuperar la bicicleta una vez robada. Zaragoza fue la ciudad en la que se implanto la experiencia piloto, aunque se ha desarrollado en muchas otras ciudades españolas.

 

Por otro lado, la asociación era consciente de que para seguir desarrollando y fomentado el número de desplazamientos hacía falta seguir profundizando en la construcción de infraestructuras para salvaguardar las bicicletas. “Nosotros planteamos la necesidad de hacer un registro para los vecinos y las vecinas de los barrios. El hecho de que podamos facilitar o se les pueda facilitar el guardar la bici por la noche hará que se utilice más la bici”, asegura Roberto Sancho.

 

En esta línea, La Cicleria abrió uno de los primeros parkings privados de bicicletas en Zaragoza, dentro del Centro Histórico, cerca de la Plaza del Pilar. El portavoz de La Cicleria señala que “cada vez más, se está viendo la necesidad de utilizar aparcabicis que vayan más allá de los parking de la calle, dándoles respuesta a los vecinos”. Además, la asociación incide en que estos proyectos deben realizarse con ayuda de la Administración que ha de facilitar el proceso de adquisición y puesta en marcha de los negocios de esta índole.

 

Así, es evidente que todo proceso de crecimiento en el ámbito social necesitará el apoyo de la Administración, si bien está claro  que son muchas las autonomías que han apostado por el impulso hacia una movilidad sostenible, no se ha de olvidar que su papel trasciende mucho más allá del acondicionamiento de los carriles por los que puedan circular las bicicletas. Una sola acción sin acompañamiento de más en la misma línea, nunca podrá favorecer el cambio. 


Sharon Reguera

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