Intramurs, el certamen “por el arte valenciano” vuelve a inundar de arte las calles del centro histórico de Valencia del 22 de octubre al 1 de noviembre. Tras el éxito de la edición pasada, regresa este año con novedades pero manteniendo la esencia de festival artístico multidisciplinar cuyo objetivo es revitalizar esta zona de la ciudad y dar cabida a artistas que no tienen un lugar en los espacios convencionales.
El festival Intramurs de Valencia inaugura mañana jueves día 22 su segunda edición, que durará diez días, hasta el 1 de noviembre. El centro de la ciudad se llenará de nuevo de arte: música, danza, pintura, gastronomía y muchas actividades más tomarán el casco antiguo de la ciudad por segundo año consecutivo. Durante diez días se podrá disfrutar de esta cita “por el arte valenciano” con más de 300 artistas invitados.
La actividad empezará el jueves a las 19:00h con la presentación del Festival en el Museo lIber. A las 21:00h en el espacio Ideo habrá una fiesta de inauguración amenizada por la DJ MissYuls DJ. El viernes 23 a partir de las 11 de la mañana ya empezaran los actos del programa en los que también tienen cabida los más pequeños de la casa: Mini Intramurs es casi un festival dentro del festival, decenas de talleres e iniciativas infantiles y gratuitas que están pensadas para que los niños, desde pequeños, puedan acceder a la cultura y puedan tener experiencias artísticas.
Salvia Ferrer, directora de Intramurs, nos cuenta que el proyecto nace con el objetivo de dar solución al colectivo de artistas de la ciudad así como a todas aquellas propuestas artísticas que no tienen cabida en otros centros culturales al uso. “Nace también para rehabilitar un barrio a través de la cultura, para volver a situar al Centro Histórico en el lugar que se merece y que tradicionalmente ha ocupado, en el punto de mira, llamando la atención dela gente a través de propuestas e iniciativas interesantes. A través de Intramurs y de las propuestas que alberga contribuimos al concepto de hacer barrio, en definitica de hacer ciudad mediante el arte, la cultura y los nuevos usos del espacio público“, señala Ferrer.
La directora confiesa que no se esperaban el éxito del año pasado, que “fue una sorpresa muy grande y muy emocionante” cuya clave fue la participación de todos los artistas, asociaciones y vecinos. “El hecho de que tantos artistas quisieran participar en nuestra iniciativa, nos honra y nos hace pensar que el trabajo de todo el equipo es bueno”.
Con respecto a la edición de 2014 repiten varios artistas y se supera el número de participantes. Entre ellos están, por ejemplo, la participación del colectivo Trashformaciones, que intervendrá en la Plaza de Tetuán, o el colectivo TAV, que lo hará en el claustro de La Nau. Salvia Ferrer destaca como “muy interesante” que artistas invitados de Madrid o Nueva York, que participaron el año pasado, hayan querido volver a Valencia para participar en esta edición.
También se implica la gente del barrio. De hecho, cada vez hay más comercios, bares, negocios y espacios que colaboran. En esta edición del festival, las actividades artísticas se desarrollan en más de 180 ubicaciones urbanas: calles, galerías, bares, plazas, solares recuperados, y espacios cedidos serán el escenario de la programación.
Novedades
El proyecto artístico multidisciplinar incluye en esta edición una ruta gastronómica en la que participan 36 locales (bares, restaurantes y cafeterías). Ferrer también destaca la generación de nuevos acuerdos que les han permitido “dar una solución expositiva” a artistas plásticos o conceptuales que “no tienen una salida fácil” en centros de exposición convencionales como museos o galerías.
Holanda será el país invitado de esta edición porque significa “un modelo de gestión del arte público y del uso del espacio público”, explica Ferrer, quien considera que su participación supondrá un salto cualitativo para Intramurs porque “podemos aprender mucho de su buen hacer y su experiencia”.
¿Por qué ir a Intramurs?
Para Salvia Ferrer hay tres razones para no perderse Intramurs: “La primera, porque durante diez días el Centro Histórico de Valencia cambia en todos los sentidos, se transforma en una sala de exposiciones gigante; la segunda, la cantidad de propuestas artísticas maravillosas para no perderse que acogen espacios originales y poco convencionales; y, la tercera, por la fuerza que desprende el barrio, la energía que emana el centro histórico durante estos días”.
David Casas