Animals

Un adolescente, un oso que habla y un entorno enigmático son la base de este largometraje diferente. Un drama surrealista difícil de describir, una fantasía compleja y una propuesta original y misteriosa.

Pol (Oriol Pla) es un adolescente introvertido, tímido, aficionado a la música, que se desplaza en bicicleta y tiene un amigo secreto que se llamaDeerhoof. Se trata de un osito de peluche que piensa, se mueve y habla y queúnicamente aparece cuando están solos y de cuya existencia solo sabe su hermanomayor, un Mosso d’Escuadra con el que vive en un paraje cualquiera de la zonainterior de Cataluña.

Pol acude a un colegio inglés en dondeuna de sus compañeras le pretende mientras él únicamente tiene ojos para Ikari,otro personaje peculiar y enigmático con quien llega a mantener relaciones sexuales. Es a partir de aquí cuando la película, que transcurre a un ritmo muylento, empieza a dar giros de difícil comprensión para el espectador. Unaextraña muerte, una peculiar broma en la fiesta de Halloween y las continuasapariciones y desapariciones de Deerhoof acaban por trastornar a Pol.

Algunos críticos han comparado Animalscon Donnie Darko pero a mi juicio este largometraje tiene su propiapersonalidad y quizá hasta más fuerza. Estamos ante un cuento tétrico plagadode excentricidades tan difícil de describir como de defender.

La película, dirigida por Marçal Forés en 2012 (integrante del grupo Pelea), es un relato desconcertante en el que uno no sabe distinguirentre la realidad y la ficción. Sin duda alguna, un largometraje diferente quepor momentos atrapa y a ratos cansa. Diferente.

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