Ver en un mismo cartel a figuras del toreo y toros de ganaderías exigentes no es más que una utopía o un sueño que muy pocas veces se cumple, y cuando pasa lo denominamos “gesta”. Sin embargo, se tilda de “gesto” cuando los diestros acostumbrados a matar ejemplares de encastes difíciles lidian día tras día esos astados a los que las figuras han dicho no.
Enrique Ponce, sin ir más lejos, ha manifestado esta semana que lasfiguras del toreo deben matar todo tipo de encastes. Al parecer, se planteamatar una corrida de toros de Victorino Martín y convertirlo en gesta, algo queno le hace ninguna falta, pues Enrique Ponce ya ha demostrado a lo largo detoda su carrera por qué ocupa un lugar privilegiado en el mundo del toro. ¿Quesiguiendo sus propias palabras, como figura del toreo que es, debería medirsecon toros de todo tipo? Pues sí, eso sería lo que a todos nos gustaría. Comonos gustaría que lo hicieran otros tantos matadores de toros a los que se les denomina”figuras del toreo” y que si se han enfrentado a ganaderías exigentes, ha sidoen ocasiones puntuales para convertirlo en “gesta”, que no en “gesto”.
Sin embargo, si ponemos todas las cartas boca arriba, hay que reconocerque Enrique Ponce no titubeó en sus inicios a la hora de matar victorinos, cosaque sí han hecho muchos toreros actuales llamados figuras y a los que no les hahecho falta pasar por ese trago. Y sin duda, capacidad no le falta al diestrode Chiva para torear victorinos. Lo que sí se hubiese agradecido en el cosotaurino de su tierra es que este año, cuando cumple 25 años de alternativa,hubiese tenido el gesto de regalarnos una gran tarde de toros, enfrentándose aalguna ganadería “dura”, pero tampoco.
La situación es la que es y Enrique Ponce no tiene ninguna necesidad delidiar toros tan exigentes, ya que ha demostrado ganarse el crédito que tienehoy día. Pero no es una cuestión de necesidad ni de obligación, se tratasimplemente de un detalle, un gesto que debería haber tenido con la afición desu tierra. En fin, queda temporada por delante, quizás se anime en los próximosmeses, y si de paso se animan sus compañeros de profesión, ¡tampoco pasaríanada!
Pero más que de gestas, no nos engañemos, el aficionado quiere vivir degestos, de gestos honrados como ser consecuente con la idea que se tiene de figuradel toreo y que los espadas verdaderamente pongan en práctica la teoría.
Adrián Cordellat