Un paso contra la vejez ocular

 

“Veo menos que Pepe Leches. No veo un pimiento. No veo tres en un burro”. Son algunas de las expresiones que, a la llegada de los 45 años, más se escuchan en la calle. Y todas ellas tienen un denominador común, la presbicia o vista cansada. Aunque todavía es pronto para ganar la batalla a la edad, unos investigadores españoles ya han dado un paso en esta dirección y han creado una nueva lente de contacto multifocal para corregirlo, que esta semana en 360 Grados Press descubrimos.

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Más del 80% de la población con más de 45 años necesita una corrección de cerca porque tiene presbicia. Un porcentaje que se aproxima al 100% cuando rondamos la franja de los 60 años. Por lo que tarde o temprano este defecto fisiológico, afecta a toda la población.

A medida que una persona va creciendo se produce un envejecimiento natural de la cristalina del ojo, que simula la función de un zoom que permite enfocar a distintas distancias. Normalmente, se mantiene la capacidad de ver de lejos pero se pierde la de focalizar objetos más próximos e incluso intermedios. Para corregir este defecto fisiológico que se manifesta con el paso del tiempo es necesaria la ayuda de cristales multifocales, ya sea una lente de contacto, una gafa o una lente intracular.

Un grupo de investigadores españoles ha dado un paso adelante en las Ciencias de la Visión con una lente de contacto multifocal capaz de corregir la presbicia o vista cansada con un diseño personalizado según las necesidades específicas de cada usuario y que se apoya en la parte blanca del ojo.

“Un invento que logra por primera vez corregir la presbicia mediante la optimización de parámetros ópticos, de la lente y del acumulamiento de lágrima que hay entre esta y la córnea, de modo que se induce una multifocalidad que le permite al paciente ver a distintas distancias. Una combinación de estos parámetros junto a la geometría de la córnea del propio paciente facilita que tenga una visión nítida”, explica David Piñero, experto del grupo de Investigación de Óptica y Percepción Visual de la Universidad de Alicante (UA) y optometrista.

‘Presbycustom‘, nombre que recibe este innovador hallazgo, es altamente permeable al gas, lo que supone una novedad a nivel internacional y es útil para cualquier persona que necesite una corrección multifocal. “Durante el día puede llevar esta lente y por la noche continuar con su progresivo, sin ningún problema“, puntualiza el optometrista Piñero.

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¿Se puede terminar con la presbicia?

Al tratarse de un defecto fisiológico producido por el envejecimiento natural de la lente, no se puede evitar pero sí corregir. De hecho, en el mercado existen algunas vías que pueden mejorar en gran medida sus consecuencias, como la correción con lentes progresivos, las cirujías oculares y la lente de contacto, donde existen dos opciones, según explica el experto. “Ponerte una blanda, la cual tiene como limitación importante, la estabilidad, porque se trata de una lente muy compleja y este parámetro es imprescindible. De ahí la ventaja, de la lente escleral, que al apoyar en la posición externa del globo ocular no toca la córnea y se mantiene mucho más estable en el ojo”.

Pero el gran inconveniente, que encuentra un gran porcentaje de las personas que emplean las lentes de contacto multifocales para corregir la presbicia es que “no funcionan” en todos los casos, señala Piñero. Y conscientes de esta carencia, han logrado establecer unos patrones de adaptación, en función de una serie de variables de parámetros anatómicos y ópticos que permiten determinar qué diseño de lente es el que mejor se adecúa a las características o condiciones del ojo de cada persona.

De ese modo, se personaliza al máximo la calidad óptica del ojo, evitando un complejo proceso de pruebas. En este proyecto, en el que comenzaron a trabajar a finales del 2016,  ha participado también el científico Ángel Tolosa, que estuvo colaborando con ellos con el Grupo de Óptica y Percepción Visual de la UA; y un topógrafo escleral para conocer la geometría de la esclera y definir la forma que debe tener la periferia de la lente para que esta quede bien encajada.

El resultado de dos años de estudio es una lente que “permanece completamente fija, estable, y, además, no se nota al estar apoyada en la parte del ojo menos sensible e inervada: la superficie conjuntivo-escleral”, según detalla David Piñero. El científico, además, ha revelado que se han hecho pruebas a un grupo experimental con distintos perfiles, y las reacciones han sido positivas, destacando sobre todo la “comodidad” y la “buena calidad de visión de lejos y de cerca”.

Todavía se desconoce el precio de la lente y está en mitad de un proceso burocrático para su comercialización internacional pero estiman que no será muy elevado. En este sentido, David Piñero señala que el camino de la investigación es “conseguir que se estabilice este método de corrección, incluso perfeccionarlo en caso de que todavía se pueda añadir alguna mejora, y valorar si podría ser viable en lente o gafa, o incluso a nivel intracular”.

A medio plazo, una vez finalizada la fase de prototipación y comercialización los investigadores pretenden comenzar a realizar ensayos clínicos con la lente “para validar los resultados a largo plazo y obtener información todavía más consistente sobre el funcionamiento de la lente“, concluye.

Inma Gabarda

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