El de esta semana es, posiblemente, uno de los mejores cómics que jamás se han publicado. De hecho, para qué andarnos con medias tintas; es uno de esos volúmenes cuya literatura trasciende la mera viñeta y por eso, sin riesgo de resultar exagerado, se puede considerar que Maus es una obra con calidad suficiente como para convertirse, con el tiempo, en un clásico universal.
La historia es conocida y triste. Polonia, septiembre de 1939. Poco hayque contar sobre esa infausta fecha. Apenas un año después de invadirimpunemente Checoslovaquia, la política nazi del Espacio Vital hace que elIII Reich se reparta groseramente el territorio polaco con la Unión Soviética.Los judíos que entonces vivían en las regiones anexionadas por Alemania seconvirtieron de la noche a la mañana en el objetivo a eliminar por parte de lademencial política racial nazi.
Maus cuenta la historia real de uno de estos judíos,Vladek Spiegelman, desde mediados de los años treinta hasta el final de laSegunda Guerra Mundial. Pero, pese a lo que reza su subtítulo, Maus es mucho más que el relato de unsuperviviente. Es un conflicto generacional que narra en primera persona ladifícil relación del autor del cómic, Art Spiegelman con su padre,traumatizado de por vida por los horrores que vivió durante el Holocausto.
Para tomar distancia, y pese a que se mantienen los nombres reales detodos los personajes de la historia, Spiegelman recurre a una caracterizaciónzoomórfica que, además, no sólo no resta un ápice de dramatismo al relato si noque lo refuerza. Esterecurso también le permitió al autor representar en cierto modo ladestrucción del individuo y su desintegración en la masa que propició eladvenimiento del nazismo, primero, y del Holocausto, después.
Con un tono íntimo, el cómic muestra las conversaciones del dibujante consu progenitor en las que el autor trata de documentarse sobre el Holocaustorecurriendo al relato de su propio padre. Sin embargo el proceso de reviviresos recuerdos tan dolorosos llevará la relación entre padre e hijo asituaciones límite. Sin embargo la perspectiva que aporta a Spiegelman elconocer de primera mano las atrocidades a las que sobrevivió su familia terminapor redefinir completamente la visión del autor sobre su propia historia personal.
Maus se publicó en forma de serie regular dentro de la revistaRAW, una publicación que fue unestandarte del cómic alternativo estadounidense de los 80. Siguió apareciendoregularmente hasta 1991 y se editaron dos volúmenes recopilatorios, uno en 1986y otro en 1991. Poco después empezó a publicarse en el formato que se edita hoyen día: un mismo tomo recopilando toda la obra con el subtítulo de Retrato de un superviviente.
Su impacto y su calidad la llevaron a convertirse en 1992 en el primercómic de la historia en ganar un Premio Pulitzer en la categoría de novela y,por supuesto, además de este galardón Mausha logrado obtener todos los premios importantes de la industria, desde losEisner y Harvey en EEUU hasta el del Festivalde Angulema en Francia.
Maus es una obra imprescindible; un relato sobre lacotidianeidad del Holocausto que huye de planteamientos triunfalistas o maniqueos.Se limita a retratar con descarnada lucidez uno de los periodos más oscuros dela historia de la humanidad.
Laura Bellver