Osama

Un brutal y estremecedor relato de la miseria del Afganistán sometido al régimen talibán. Un drama atroz sin contemplaciones ni artificios de la vida de las mujeres que se esconden detrás de un burka. Una película sencilla e inolvidable.

La película, dirigida por Siddiq Barmak (2003), nos lleva aAfganistán en el momento en el que los talibanes se han hecho con el poder. Elmiedo y la miseria se adueñan de los habitantes de una aldea donde una familiaformada únicamente por tres mujeres (abuela, hija y nieta de 12 años) trata desobrevivir al régimen opresor. Los problemas se disparan cuando la niña y sumadre pierden el empleo en el hospital donde trabajaban. Al no haber ningúnvarón en el hogar son prisioneras de su propia casa ya que no pueden salir sinun acompañante legal y tienen prohibido trabajar. Para salir adelante, decidenhacer pasar a la niña por un chico, Osama. Le cortan el pelo, le visten con lostrajes que dejó su difunto padre y logran que parezca casi un muchacho.

Tratando de ocultar su verdaderaidentidad Osama se ve inmersa en un sinfín de calamidades y vejaciones hastaque es descubierta por los talibanes. Despojada de cualquier dignidad, a Osamalo peor que le pasa es que está viva, con eso lo digo todo. El espectador sezambulle en un relato que le remueve las entrañas.

Curiosamente todos los actores de lapelícula, incluida la protagonista, fue gente que el director encontró por lascalles de Kabul. A pesar de eso, sus papeles son más que dignos y es inevitableque a uno no le venga a la cabeza la foto de Sharbat Gula, la niña afgana de ojos verdes que fue portada delNational Geographic.

Un desgarrador relato que obtuvo elglobo de oro a la mejor película extranjera en 2004, una mención especial en elFestival de Cannes y se llevó la espiga de oro en la Seminci de Valladolid.Menos de hora y media de largometraje que son suficientes para contarnos larepresión del régimen talibán. Duro y amargo pero al mismo tiempo, hermoso.

@JavierMontesCas

Óscar Delgado