Los pasajeros del viento: historia de papel

Por esta columna han pasado ya muchos cómics imprescindibles que merecen, por méritos propios, su espacio particular en la historia de la literatura. Pero todavía faltan unos cuantos a los que también hay que hacer justicia. Algunos con tan buena fortuna que todavía siguen reeditándose. Este es precisamente el caso de Los pasajeros del viento, una obra clásica de François Bourgeon que Astiberri acaba de recuperar en formato integral.

Ambientado en la década de 1780, Los pasajeros del tiempo cuenta la historia de Isa, Isabel de Mamaye, una adolescente llena de coraje y reacia a dejarse dominar. De incógnito, embarca en una fragata francesa que parte para ultramar. Disfrazada de muchacho descubre a bordo un universo diferente y deslumbrante. Empieza entonces una sorprendente aventura que la llevará a recorrer los confines del mundo entonces conocido, desde el Caribe hasta la profunda África. Isa se enfrentará a piratas y buques negreros y defenderá con uñas y dientes una independencia y una libertad que en su época le estaba vedada por el mero hecho de ser mujer.

Publicado en los ochenta, Los pasajeros del viento supuso la consolidación de un hasta entonces desconocido François Bourgeon que logró un éxito mundial gracias a la inusitada combinación de un gran argumento, un excelente pulso narrativo y un gran dibujo. Una obra magistral que, además, se beneficia de un escenario histórico reconstruido con minuciosidad y oficio sin caer en los falsos prejuicios de quien mira al pasado desde el punto de vista del siglo XXI.

La era de las luces que nos muestra el cómic es la del triunfo de la ilustración y la ciencia pero también es una época brutal y contradictoria en la que la naturaleza todavía es una frontera salvaje y desconocida. Bourgeon reproduce el XVIII de una manera integral, tanto internamente a la hora de construir los personajes como externamente. En los dibujos, los escenarios y el vestuario de los personajes se aprecia la minuciosidad del autor. Pero también en el contexto histórico al que nos traslada la obra. Desde la Europa disputada por ingleses y franceses hasta el África colonial, pasando por las colonias americanas o esa aberración histórica que fue la trata de esclavos.

 Los pasajeros del viento es, sin lugar a dudas, un clásico imprescindible del género de aventuras. Quizá con un valor añadido en esa mirada lúcida con la que François Bourgeon enfrenta los hechos históricos. Colocándolos ante el microscopio para diseccionarlos y ayudarnos a entenderlos a través de una historia viva, trepidante y de a la que resulta muy difícil resistirse.

@elplumilla

S.C.