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Cuando decides correr la Quebrantahuesos es un reto personal. Pero para los que no conocen esta prueba física, se trata de la fiesta del ciclismo amateur por excelencia en España para los amantes de la bicicleta. En 360 Grados Press nos adentramos esta semana en ella para contaros de primera mano cómo se prepara y en qué consiste.
La Quebrantahuesos es una prueba cicloturista con más de dos décadas de antigüedad, que se celebra de forma anual. No es una prueba competitiva, como normalmente estamos acostumbrados a ver, sino que se trata de un desafío individual que se realiza en pelotón. Su recorrido va desde los Pirineos por la vertiente francesa, y vuelve a España. En ella se ascienden los cuatro puertos: Somport, Marie Blanche, Portalet y Hoz de Jaca. Su longitud es de 198 kilómetros y el desnivel acumulado es de 3.500 metros, aproximadamente.
Los ciclistas coinciden en que es un camino duro y exigente, ya que tiene dificultad y requiere de una preparación intensa para acabar el reto con satisfacción. La temporada comienza en noviembre, con vistas a un año. Hay que realizar un entrenamiento estructurado con una preparación base de entre dos y tres meses. Luego, el entrenamiento específico que, según tu disposición, puedes prolongarlo hasta cuatro meses más, para ahondar en la preparación física y de fondo y afrontar la dureza de la prueba. La prueba, que arranca a las 7:15 horas de la mañana y se cierra a las 20:00 horas de la noche, está abierta desde los 18 años a mayores de 75 años, por lo que es asombroso contemplar la entereza con la que algunos veteranos la superan.
Los amantes del ciclismo lo viven con mucha intensidad. Tienen que acompañarlo con una dieta equilibrada con el propósito de bajar peso y tonificar los músculos, para que no sufran ninguna lesión ni ninguna pájara. Según Anabel Esteban, nutricionista en Girona, “es fundamental para optimizar los depósitos de glucógeno muscular la estrategia de carga de carbohidratos, entre 7g y 12 g de hidratos de carbono por kg de peso en los días previos al día de la prueba”.
En cuanto a la condición física, es importante contar también con un buen profesional que te oriente en la práctica de una serie de ejercicios para cuidarte antes, durante y después de la trayectoria. Según el fisioterapeuta, Vicente Ballester, además de prepararse a nivel físico, también hay que hacerlo en el plano psicológico. “Puedes entrenar libremente o ir apuntándote a varias carreras a lo largo del año antes de este reto para ir testándote y ver cómo reacciona tu cuerpo y tu mente. Después, con los deberes hechos, toca disfrutar de la ansiada carrera, pero una vez concluida es recomendable seguir en movimiento“, añade.
Con esto, el experto se refiere a salir a rodar en bici, hacer entrenamientos suaves, sin castigar el cuerpo, para tener lo que se denomina una ‘recuperación activa’. Y, añade, “además de realizar estiramientos suaves para relajar la musculatura, ya que en el reto tu cuerpo sufre; hidratarte muy bien los siguientes días y acudir a tu fisioterapeuta de confianza para realizar una sesión de masaje de descarga para recuperar. Descansar el cuerpo y la mente, durmiendo las horas adecuadas también es otra forma de entrenar para rendir y recuperarse mejor después de una prueba de tanta exigencia”.
Asimismo, para poder realizar la cicloturista, la organización solicita un certificado médico donde figura que la persona no presenta ninguna patología que le impida realizarla. Se trata de salvaguardar la seguridad de los ciclistas.
También los hay que deciden someterse a una prueba de esfuerzo adicional, que consiste en subirse a una bicicleta ergo dinámica durante cerca de cuarenta minutos con la medición de gases y lactato producido por el músculo y el volumen máximo de oxigeno que consume el mismo.
Esta prueba determina el tipo de entrenamiento que debe llevar el ciclista y cómo debe de ejecutarlo para conseguir el resultado deseado. A partir de ahí, se realiza una planificación de entrenamientos diarios, o bien con un entrenador personal o con un profesional con experiencia, con una dedicación de 8 a 12 horas, sin contar las salidas libres de los fines de semana.
Tras meses de preparación, al fin llega el día. Emoción, sacrificio y trabajo son los ingredientes que componen esta prueba, que reúne a miles de personas cada año. Los ciclistas salen de Sabiñánigo en dirección hacia los cuatro puertos, que forman la travesía, provistos de barritas energéticas, geles e isotónicas para, conforme van consumiendo energía por el ejercicio físico, reponer.
El primer tramo es de una alta complejidad, por la aglomeración de cicloturistas. “A la entrada, cuando la carretera se estrecha toca disminuir la velocidad de forma considerable, se pasa de ir a más de 40 km/h a tener que practicamente detener la bicicleta, para tomar bien la curva“, explica Carlos Fortea, ciclista de 53 años que realizó este año por primera vez la travesía.
Después, a medida que va sucediendo la carrera, los ciclistas se aclimatan y van adaptándose a las distintas circunstancias que intervienen, de forma más o menos cómoda, pero siempre teniendo en cuenta su mayor carburante, la resistencia.
Avituallamiento
La organización tiene establecidos avituallamientos en determinados kilómetros de la cicloturista para ayudar a reponer las fuerzas que el ciclista va consumiendo. A su vez, provee de servicios mecánicos y ambulancias para la posición de los participantes, así como averías de la bicicleta. A lo largo del recorrido, el ciclista experimenta distintas fases, aunque, tal y como nos cuenta, “si has llevado un buen entrenamiento, son asumibles. El problema viene cuando reservas demasiado al principio y no dosificas bien la intensidad. Entonces, sí puedes sufrir lo que se denomina en la jerga, pájara”.
Y para que esto no suceda, Roberto, personal trainer especializado en ciclismo, recomienda antes de nada “conocer bien nuestro cuerpo, controlar nuestras pulsaciones y nuestros índices de masa muscular para tener claros nuestros límites. No hay que sobrecargar las piernas ni realizar ningún tipo de exceso. Se trata de lograr una buena resistencia durante todo el camino, para así poder disfrutar de la prueba y la satisfacción personal que aporta cuando lo logras”.
Ahora que ya conoces la Quebrantahuesos, querido lector, si estás pensando en realizarla junto a los 10.000 ciclistas que participan, es un buen momento para comenzar a estudiar estos condicionantes y planificar tu hoja de ruta para entrenar y lograr tu objetivo.
Inma Gabarda