Esta semana en 360 Grados Press nos hemos aproximado a un terreno de juego un tanto desconocido en España para comprobar que, poco a poco, se está haciendo un hueco entre los aficionados al deporte.
Pablo reconoce que no tiene experiencia alguna en esta modalidaddeportiva. Es más, apenas ha visto un par de vídeos en Internet al respecto.Eso sí, tiene claro que quiere probar sus habilidades stick en mano. Como él, otros dos jóvenes acuden por primera vez alencuentro semanal que el ValenciaEagles Lacrosse convoca habitualmente los martes por la tarde en un campodel barrio de Benimaclet. Con todo, podría decirse que son pocos, pero bienavenidos: en el momento en que se escriben estas líneas hay un total de ocho jugadoresentrenando. En esta ocasión, el objetivo principal de la cita es enseñar ladinámica a los recién iniciados. “En ellacrosse hay muchas reglas y pequeñas faltas“, afirma Víctor Hernández, actual capitán y entrenador del equipo.
¿Qué hace un juegocomo tú en un lugar como éste?
La historia de dicho conjunto se remonta a un pasado reciente. Enconcreto, a 2006, cuando José AntonioMartínez importó el deporte a la ciudad siguiendo el ejemplo de otrospuntos de España. Desde entonces, gracias principalmente a las redes sociales,no sólo ha logrado mantenerse con vida, sino también llegar a participar en la liga nacional, la cual se disputa en tres zonas norte,sur y este para llegar a una conjunta FinalFour. Hasta la fecha, la competición ya tiene presencia en Barcelona,Madrid, Salamanca, Logroño, Cuenca, Gijón, Sevilla, Zaragoza y Alicante, que hasido la última incorporación. “Aunque sepractica desde hace más de una década en nuestro país, el lacrosse estádespegando en verdad desde hace unos dos años“, matiza Víctor, quien cogiólas riendas del equipo valenciano cuando su fundador tuvo que marcharse pormotivos de trabajo.
Ha cruzado “elcharco” para quedarse
La trayectoria en versión española es breve, pero el lacrosse no setrata de un deporte de reciente creación, ni mucho menos: sus inicios datan delsiglo XV en América del Norte, donde las tribus indias lo empleaban como preparaciónpara las guerras y como solución para los conflictos internos. Posteriormente,los jesuitas franceses, quienes llegaron en el siglo XVII a aquellas tierraspara evangelizarlas, lo adoptaron e introdujeron unas primeras modificaciones reducir la violencia en el juego, entre otras . Sin embargo, el cambiodefinitivo vino a partir de mediados del siglo XIX de la mano de W. George Beers, considerado como el padre del lacrossemoderno. Así, en su Canadá natal es el deporte nacional propio del verano. Porsu parte, otros países han ido implantándolo progresivamente en centroseducativos, lo cual ha contribuido a su popularización. Por ejemplo, el Valencia Eagles Lacrosse cuenta entresus filas con Kaitlin y con Georgie, dos chicas británicas que lo practicaron cuandoestudiaban en el colegio y que, ahora, lo han retomado aquí gracias a esteequipo.
Así es el lacrossesobre el terreno
Básicamente, el juego consiste en que dos conjuntos de diez personascada uno un portero, tres defensas, tres centrocampistas y tres delanteros se enfrentan entre sí con la intención de meter cuantos más goles sea posibleen la meta contraria durante cuatro tiempos de 15 minutos cada uno. Para ello,se tienen que servir de un palo con una red en la parte superior, los crosses, que sostienen la pelota lamayoría del tiempo, pues todos los lanzamientos son por el aire. A partir deahí es cuando empiezan las especificidades: el número de cambios es ilimitado, no se puede pisar el área de gol, la pelota no se puede golpear con las manos, defensas y delanteros no pueden cruzar el medio campo, sólo los centrocampistas pueden competir por la posesión de la pelota durante el saque faceoff
A ello se suman, además, las diferencias de reglamento entre equiposmasculinos y femeninos, pues entre mujeres no están permitidos los encuentrosfísicos, mientras que los hombres hacen de su cuerpo un recurso ofensivo másjunto con el stick. Por esta razón,el equipamiento es distinto: casco con rejilla o guantescobertores de manos y brazos se plantean esenciales para ellos, pero lasféminas sólo están obligadas a llevar un protector bucal y una máscara para losojos, ya que ejercen un “contacto blando“.Y las desemejanzas no terminan ahí: el saque de las faltas o la forma de la red más cóncava para los chicos también difieren entre unos y otros. Encualquier caso, el lacrosse es un deporte muy rápido para ambos, lo cualse convierte en su principal reclamo en opinión de muchos.
El futuro pasa porla consolidación
Por el momento, no se puede hablar de una modalidad extendida ni asentadapor la geografía española. De hecho, éste es el único país de Europa en el queno ha sido reconocida oficialmente. Es por ello que los equipos se registrencomo conjuntos de hockey, indicando el lacrosse como “otras actividades“. Se trata de la única forma para que el ConsejoSuperior de Deportes pueda constatar el crecimiento de su práctica.Paralelamente, los implicados siguen trabajando por el deseado afianzamiento.Así, todos los años se invita a colegiados extranjeros para formar a árbitrosfederados, que son una veintena en España, y se ha instaurado una segundadivisión con vistas a que las formaciones más pequeñas un mínimo de sietepersonas puedan ir cogiendo experiencia. Por otro lado, el Valencia Eagles Lacrosse, al igual quesus homólogos en otras ciudades, aspira a alcanzar una estabilidad y, por quéno, a poner en marcha escuelas infantiles. Entre todos están cosechando éxitoscomo formar una selección nacional femenina que participe en el próximocampeonato europeo de 2015. En definitiva, el lacrosse se está abriendo paso.
Soma Comunicación