En una época en la que la tecnología del entretenimiento copa las listas de regalos de los más pequeños para Papá Noel, las compañías de teatro valencianas se afanan por recuperar obras clásicas y la tradición de las marionetas y apuestan, además, por historias que conciencien a los niños y les acerquen al arte. Esta semana 360 Grados Press se hace eco de las novedades del teatro infantil de la capital del Turia. ¡Que empiece la función!
“Querido PapáNoel: este año he sido muy bueno, por eso quiero que me traigas una Wii y dosvideojuegos para la consola y una tableta para jugar al Angry Birds y
”. Asípodría comenzar cualquiera de las cartas infantiles (y de adultos que no loreconocen) dirigidas al señor de la barba blanca y del traje rojo que nos traeregalos desde el Polo Norte y que casi ha desbancado a los clásicos Reyes Magosde Oriente. De este mismo modo los niños de la casa han hecho el trasvase dedeseos de Navidad de los juegos yactividades más tradicionales al imperio tecnológico más digital y virtual.
Los más pequeñosya viven desde su mismo nacimiento en un mundo en el que el ocio y elentretenimiento están dominados por el automatismo de las máquinas y la tecnologíacomo herramienta bidireccional, que les aparta del juego en grupo y lesacerca peligrosamente hacia el aislamiento social. Además, según especialistasde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos medios deentretenimiento limitan su desarrollo motriz, lo que provoca déficit deatención y depresión.
Pero en Valenciaaún resisten alternativas que hace no tanto tiempo eran básicas para el ocio delos niños como son las obras de teatro infantiles. Aguantan, luchan con fuerzaunas como Escalante, centro teatral que lleva haciendo las delicias de los más pequeños desde1985 de la mano de la Diputación de Valencia. Clásicos de la literatura comoTarzán, Pinocho o Gulliver en Liliput han pisado las tablas del Escalante a lolargo de los años, junto a otras de temática valenciana que han puesto como punta de lanza de susespectáculos la divulgación de la lenguaautóctona. Actualmente el pizpireta Cyrano deBergerac susurra palabras de amor para suamada Roxana a través del atractivo Christian en una versión actualizada de laobra de Rostand que se representa hasta el 18 de diciembre. Además, la fachadadel teatro se vestirá a partir delviernes 22 de noviembre con un juego de marionetas que representan momentosimportantes del misterio de la Navidad. Una puesta en escena que homenajea alos tradicionales belenes de la Tía Norica, en Cádiz, y de Tirisiti, en Alcoy.
Del teatro más “catastrofeiforme”,”rinoceríntico” y surrealista
“Resisten unasalternativas y nacen otras como la obra L.O.U. que trae la joven y emprendedora compañía Cardia Teatre a EspaiRambleta este sábado 23, a las 18 horas, gracias a su iniciativa Nanorambleta.Según cuenta su promotor y coprotagonista, Jaume Nieto, L.O.U. trata de “acercar el hecho creativo al público infantil”.
Una historia que toma como epicentro el huevo primigenio de los antiguosegipcios del que se desprende todo lo que existe al romperse su cáscara y queavanza, de alguna manera, la Teoría del Big Bang de Friedman y Lemaître. Laobra también está envuelta del espíritudel surrealismo español y, sobre todo, de Dalí y de su musa Gala, de losque Nieto se siente “muy orgulloso” por lo que suponen para el arte a nivelinternacional y por ser un referente “muy cercano con el que atraer a los niñoshacia la cultura”. L.O.U se estrenaen Espai Rambleta con “ilusión, emoción” y un presupuesto bajo como el de otrasemergentes compañías valencianas que luchan por llevar adelante sus proyectosen una situación para el teatro “muy complicada”, pero con una “cuidadacalidad, a pesar de todo”, como indica Nieto.
a las marionetas más bordes, gamberrasy divertidas
Y también a EspaiRambleta, y de la mano de La panda deYolanda, llega, en este caso el domingo a las 12 horas, elonomatopéyico espectáculo Üiqüis. Este curioso nombre hace referencia a una de tantas palabras inventadas ypegadizas que utilizan los más pequeños y que surgió, como explica una de lascomponentes de la compañía, Mercè Tienda, de “una tarde jugando como niños parael proceso de creación”. Porque Üiqüis buscaacercarse, en este caso, a un público adulto que desee volver a ser un pequeñoPeter Pan que rechace crecer. Aproximaruna época en la que la sencillez de un trozo de madera y la imaginaciónprimaban para divertirse por encima del autismo asocial que provocan lastecnologías de hoy. “Queremos que disfruten con cerdos voladores y que se rompael tabú de que las marionetas deban ser únicamente para niños”, reivindicaTienda.
Y es que estossencillos juguetes del pasado se convierten en protagonistas indiscutibles en Üiqüis (de madera, de trapo y de mano)e impregnan el escenario de “chistesbordes y efectistas”. Tienda cree que los niños también podrán disfrutar de”otro montaje” compuesto por aquellos elementos de la obra que ellos entiendan”como quieran hacerlo” para “reír sin parar”. Y es que esta es la finalidadúltima del teatro infantil: entretener, concienciar, acercar a los niños (y alos no tan niños) al arte, pero, sobre todo, provocar sonrisas. Y consencillez, por supuesto.
S.C.