Frío en el zoo

Secretos de los animales del Bioparc para sobrevivir al invierno

360GRADOSPRESS, Valencia. El cambio climático ha dado una tregua este año y el invierno que atravesamos en España es de los que manda la tradición del calendario. Si no que se lo digan a los animales del zoológico de Valencia, el Bioparc, que sobreviven a las bajas temperaturas registradas en el este peninsular de una forma muy natural: protagonizan un ‘baby boom’ favorecido por la recreación de hábitats de la instalación y la convivencia de los recintos compartidos por animales cuyo entorno natural coincide. 360gradospress paseó esta semana por los rincones de un espacio donde el frío, como en el resto de rincones del país, también se notó, aunque de una manera muy distinta.

El Bioparc se ha puesto la bufanda para adaptarse al frío, tanto para las visitas como para los inquilinos permanentes de la instalación zoológica. Los cobijos de animales mantienen su temperatura habitual de 20 grados, aunque en ellos permanecen más tiempo las especies: desde las 18 horas hasta las 10 de la mañana. La excepción la marcan los simios, que mientras la temperatura exterior no baje de 10 grados pueden campar a sus anchas por su espacio, aunque para que permanezcan todo el día fuera debe haber más de 15 grados. Los más delicados de la especie, los gorilas, no salen al exterior en días de lluvia o por debajo de los 13 grados. Como el termómetro en otras franjas horarias no invita a los visitantes a acercarse a la instalación, los cuidadores aprovechan para mantener las especies a una temperatura más benévola que la exterior. La alimentación también sufre variaciones. Así, se aumenta un 40% el aporte de calorías a la dieta de los animales, tanto a los herbívoros como a los carnívoros.

‘Baby-boom’
A pesar de que la primavera es el momento estrella para la procreación, el hecho de que la instalación sea joven -se inauguró a primeros de 2008-, ha favorecido que sea más visible la reproducción de sus especies. Fuentes del Bioparc confirmaron que “hay más ‘babyboom’ en primavera, pero es una maravilla ver a la gorila más joven acercarse a a la cría de un mangabey, como despertando su instinto maternal; llevamos muy poco tiempo y el objetivo es conseguir la reproducción de los animales”. Respecto a si el paso del tiempo hace próspera esa pretensión y se llega a producir un conato de superpoblación, las mismas fuentes confirman que la instalación es “miembro de la Sociedad Europea de Zoológicos y Acuarios y, por lo tanto, trabajamos de forma conjunta. Cuando aquí vino un gorila se movieron seis gorilas en zoos europeos; cuando nosotros tengamos excedentes, se enviarán a otros zoológicos para repoblarlos”.

Hienas, lémures, impalas, mangabeys, elefantes… una gran familia que se sobrepone al frío bajo el seguimiento exhaustivo de sus criadores y de los visitantes que cruzan a diario la pasarela que atraviesa la instalación de lado a lado.

Óscar Delgado

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