Periodista y escritora independiente, Nuria Tesón (@masteson en Twitter) vive actualmente a caballo entre El Cairo y Estambul, donde no deja de recopilar historias de una zona del mundo que entre conflicto y conflicto se ha convertido en el centro de todas las miradas. Hablamos con ella en esta twittervista sobre la primavera árabe, el oficio de corresponsal y las cosas que ella extraña desde la distancia.
¿Qué tellevó en 2009 a tomar la decisión de coger los bártulos y trasladarte a Egipto?
El fotógrafo Miguel Ángel Sánchez y yoqueríamos hacer un retrato de un país que conocíamos y que intuíamos inmerso enun cambio. Además, siempre había querido ser corresponsal en zona de conflictoy llegué a un acuerdo con El País Internacional para trabajar desde El Cairo.Egipto se convirtió en un hot spot periodísticamente y el proyecto de retratos acabóconvertido en un libro y unaexposición.
Fuistenarradora in situ de las revueltas de 2011. ¿Cómo se afronta un retoprofesional semejante?
Es un regalo afrontar una cobertura así.Entonces, en mitad de todo aquello, pensaba que me había convertido en periodistapara estar esos días en Tahrir. Ser periodista es un privilegio cuando puedesvivir y contar la Historia. Cada día de aquellos en Egipto o Libia fueron díaspara marcar como memorables. Nada te prepara para coberturas así…
¿Diríasque aquellos días tuvieron tanta influencia las redes sociales a nivelperiodístico como a nivel ciudadano?
Las redes no sirvieron, porque se cortaroncomunicaciones, precisamente para evitar que la gente se organizara, pero losdías y meses previos Facebook y Twitter fueron claves para poner en contacto aun grupo de jóvenes de distintos puntos del país que encontraron un foro dedebate en el que no importaba la clase. Después, con el tiempo, la redes fuerony son el enlace con los jóvenes que se alzaron en la primavera árabe.
¿Cuálesdirías que han sido los principales cambios en la sociedad egipcia a partir deentonces?
Los egipcios perdieron el miedo a hablar yluchar por sus derechos y eso ya nunca va a cambiar, pero la sociedad está másdividida que nunca. Se ha criminalizado a los hermanos musulmanes, se encarcelaa opositores ya periodistas Vuelve la peor represión. Pero los egipcios notienen miedo. Podríamos resumir en que ha habido una regresión en derechos ylibertades y un incremento en la conciencia de libertad colectiva
Centrándonosahora en tus vivencias, ¿qué es aquello a lo que más te costó acostumbrarte?
Me resultó fácil el aterrizaje, salvo porconfusiones idiomáticas. Tal vez lo que peor lleve fue la irregularidad del finde semana. Los viernes no son laborables, pero tras el rezo sí. Los domingos sonlaborables, salvo para los coptos Y luego algo a lo que nunca te acostumbras:el acoso sexual. En todas partes a todas horas. Condiciona la vida y el trabajo.
¿Y quées lo que más echas de menos de España? No vale familia y amigos, que se da porsentado
Echo en falta poco de España a parte de lo quemencionas. Un chuletón de vez en cuando De lo material, casi todo lo queimagines cabe en una maleta. El kit de supervivencia: queso zamorano,chorizo… Un chorizo te puede sacar de un apuro en mitad de las restriccionesde una guerra como en Libia o Gaza.
Paraterminar, tus planes de futuro: ¿barajas regresar a España o prefieres seguir enel extranjero?
España no es una opción. Ahora vivo entre ElCairo y Estambul y siempre con la maleta lista. Es agotador, pero no hay queja.Como te decía antes, es un privilegio contar la Historia y vivirla. Y aquí sehace intensamente. Aunque si las cosas siguen así, España necesitará unarevolución. Quién sabe si habrá que regresar entonces
Laura Bellver