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Butacón del Garci - página 4

Los hombres de la vieja Europa

Decía Goethe: “El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen”. Yo creo que el gran maestro de las letras alemanas lo escribió pensando en mucha gente de nuestros días. La condición humana es una estatua de piedra que el tiempo, como una pertinaz gota de agua, va deteriorando a pasos tan agigantados que, de seguir a este ritmo de corrosión, nuestras almas desprenderán un hedor insoportable.

El 20-D quedó muy lejos

Millones de españoles habían señalado el 20-D como la fecha del punto de arranque para un país mejor. Casi dos meses después, nada queda de aquella luz que vimos encendida. España sigue encajonada en chiqueros, pasan los días y el vértigo se incrementa cuando nos asomamos al abismo que deja la pendiente. Este país se ha quedado sin barreras de sujeción y se enfrenta al riesgo de caer al primer ramalazo de viento. La clase política, con sus disputas y su diálogo de trapo, alimenta la parálisis lanzando bidones de gasolina en el fuego.

Carta a un político cualquiera

Querido político: Aquí me tienes, como siempre, esperando. Ya sé que no sabes mi nombre y mi historia te resulta tan indiferente y lejana que un policía en Alaska podría conocer mejor mi historia. Pero soy de aquí, del mismo país que habitas y gobiernas, aunque tú no sepas que respiro.

Desigualdad social

La desigualdad social en España alcanza extremos escandalosos. El informe de Oxfam Intermón vuelve a poner cifras a uno de los problemas económicos y sociales más acuciantes del siglo XXI. Los números achicharran el alma: 20 personas alcanzaron un patrimonio de 115.100 millones de euros en 2015 en España, lo que equivale a la riqueza que concentra el 30% más pobre del país, según el estudio Una Economía al servicio del 1% realizado por la ONG.

La Cultura

El hombre prefiere alimentar el estómago antes que el alma. Los poetas, escritores, pintores, escultores, filósofos, que avivaron el espíritu de las personas y afinaron las cuerdas de sus sentimientos, toda esa gente, quizá una mayoría, dejó una huella tan profunda que el tiempo, conserje y guardián de sus obras, abrillanta y da esplendor cada día, todos los años, siglo a siglo.

No me gusta la Navidad

No me gusta la Navidad. No me gusta la Navidad porque todo se dispara hasta la desmesura: los ricos muestran sin pudor sus riquezas y los pobres, a la luz de los neones, parecen todavía más pobres. La Navidad es una gran mentirosa: muestra la cara oculta del hombre, su vestido sin remiendos, su sonrisa de cristal para la función de noche, esa que los espejos ocultan más allá de los bosques.

Aquella primavera del 99

Aquella primavera del 99 la guerra en Yugoslavia se coló como una serpiente traviesa en las rendijas de nuestras vidas. Slobodan Milosevic, presidente de Serbia, comunista, megalómano y manipulador, dio rienda suelta a su delirio de una Gran Serbia, un bloque capaz de imponer, por la razón de los cañonazos, criterios imperialistas a sus vecinos. Milosevic encendió la mecha y Estados Unidos y sus serviles aliados, no dudaron un segundo en sofocar las llamas imperialistas del balcánico a base de missiles de largo alcance y bloqueo comercial.

Los últimos días del año siempre es lo mismo

Los tópicos dicen que los últimos días del año son días para que el corazón de las personas se abra y por sus ranuras entren vahos de bondad y láminas de generosidad. A veces, el corazón de las personas es un bloque de mármol y la codicia sigue dibujando sombras en sus paredes.

Políticos en los platós

En medio de tanta confusión, con el miedo agarrado al cuello de Europa como una bufanda de alambre, los ciudadanos de la vieja Hispania luchan para salir indemnes de un día a día que los acuchillan. Mientras, los políticos y sus asesores se estrujan el cerebro para mostrar su “lado humano” en las previas del 20-D. Todo vale para conseguir un voto.

Es tiempo de nosotros

En la boca de un nido de cobras, el mortal más insensato cuenta hasta diez para meter su mano. Mejor forrar tu mano con malla de acero y luego actuar antes de que el veneno de la codicia te destroce. La prudencia es prima hermana de la inteligencia, pero los estúpidos huyen de los prudentes como los gatos del agua hirviendo; los estúpidos son parientes de los audaces descarriados, esos que solo usan el cerebro para hacer acopio de papel higiénico e inventan la manera de dañar a los prudentes. Los audaces y los estúpidos odian a los prudentes.

País que no se mueve

En medio de la tormenta de fuego y dudas apareció un huracán y todos a cubierto. Todos menos el ciudadano, que mira a todas partes y no sabe qué dirección tomar. Nos encontramos en un mar de confusiones, donde nada es lo que parece y nunca se llega al todo porque ese todo es tan relativo que se diluye de nuestras manos como el agua.

La zumba y la justicia

Falta poco tiempo para entrar en la vorágine de las urnas, un espacio de vidrio donde todo se acepta y las promesas de barro valen oro.

Puede

Puede que pienses que la noche no tiene ventanas y que la luz de la luna siempre alumbra el mismo norte; puede que tengas razón cuando dices que el horizonte es un cielo negro con los faros rotos y armadura de eternidad, que el hombre nunca encuentra al hombre y una sombra afilada los abraza.

El miedo que mueve al hombre

El miedo mueve al hombre. Miedo a lo que pasa detrás del muro, miedo a la persona que está en el otro de la puerta porque no sabes si esa persona tiende su mano en señal de amistad o si en la otra mano porta una pistola con la que te quitará la vida. El hombre tiene miedo a lo que no conoce. A veces también tiene miedo de lo que conoce.

Refugiados y parados

La terrible guerra de Siria ha ocasionado un enorme flujo de desplazados: cuatro millones de personas huyendo de la muerte y tratando de buscar un lugar donde las alas de una paloma no se llenen de plomo y no le corten la cabeza a una persona por el mero hecho de pensar distinto.

La Tierra Prometida que mata

Desgarra el alma observar cómo cientos de miles de personas (hombres, mujeres, ancianos, niños) tratan desesperadamente de cruzar las alambradas con un único fin: seguir viviendo. Esa gente se arroja a una vida que creen mejor porque al menos no huele a muerte. A esa multitud casi no le importa que la apaleen unos policías bien alimentados y con el corazón del tamaño de un guisante con tal de llegar a esa Tierra Prometida que dicen es Europa.

País de los hipócritas

Se rasgan las vestiduras por el cambio de nombre de una calle o por la baja del altar de un busto regio. Nos llevan al infierno porque alguien luce greñas y recibe al capitán de un barco en mangas de camisa, pero ya nadie se escandaliza cuando retiran la prestación a un hombre de cincuenta años y una familia en sus hombros o queda en la calle otra familia.

La lealtad es una sombra que no conocen los tiranos

La lealtad es un pergamino que no puede exponerse al sol ni a la luz de los codiciosos. Roerán tus entrañas y morirás en el olvido. La lealtad tiene las manos rotas y la mirada llena de mar. No puedes ser leal dentro de la jaula de un león hambriento, aunque ese león te invite al otro lado de la jaula. Te despedazará.

Solidaridad que no entienden políticos ni periodistas

Conviene recordar para los que no quieren saber nada que Grecia pertenece a Europa y Europa, una buena parte de ella, está haciendo todo lo posible por arrojar a los griegos al territorio de los pasos perdidos: a su desaparición.

Hoy de nuevo detuvieron a Kafka

Si miras el cielo, observarás que los pájaros que revolotean por encima de los tejados no dibujan piruetas alegres sobre el aire: huyen. El miedo les dispara plomo y buscan otro cielo. Un panorama orwelliano pinta de gris los paisajes. Niegan a Saramago y las palabras que un día escribió García Márquez quedaron prisioneras bajo una capa de alambres de acero y pensamientos uniformados.

Este país, de golpe, se ha puesto a hablar

“Las ratas son mías, las ratas son mías…” Miguel Delibes

Frases para tu libertad

El ser humano, ciudadano de a pie, que es un grano de arena en el Universo, camina en medio del anonimato, procura vivir un poco mejor cada día atravesando una jungla arpía donde cada segundo que pasa es una conquista. El ser humano, en medio de balas anónimas, nutre su alma con frases que son como pastillas energéticas para combatir el miedo, la indiferencia hiriente, el tedio abrasador.

Un segundo en Nepal

Rajiv Pokharel, de cuarenta años, se despertó cuando una brizna de luz del amanecer le palmeó la cara. Todavía sentía en el hombro derecho la suave respiración de Aishawarya, su bella esposa, que disfrutaba el último sueño. Rajiv se sentía un hombre afortunado esa mañana: además de la mejor compañera, dos hijos sanos y fuertes, Ganesh y Hari, y una hija, Parvati, la más pequeña, muy lista y tan hermosa como su madre, el Todopoderoso no pudo ser más generoso con él, pues además le había regalado la habilidad para interpretar la música que nació de las entrañas de sus antepasados.

Las eléctricas, la estafa de las facturas y los cómplices

Dice el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia que el recibo de la luz no se entiende. Asegura también que el ciudadano paga cosas que no deberían ser incluidas en la factura y explica que los consumidores tienen la posibilidad de ejercer acciones, pero que, debido a la complejidad del recibo, les resulta muy complicado adentrarse en ese bosque legal porque corren el riesgo de perderse en un bosque de papeles. Las eléctricas de España, líderes mundiales en ganancias, son especialistas en borrar las huellas para disfrazar su delito.

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