El concepto de belleza en nuestra tierra ha ido cambiando enormemente durante el paso del tiempo. Pensar que antes la clase alta quería parecer lo más pálida posible, ya que la piel blanquecina denotaba que no eran trabajadores y no pasaban largas jornadas al sol a diferencia de los agricultores de lAlbufera, y los pescadores de el Palmar que trabajaban de sol a sol, y por ello contaban con un bronceado que hoy en día sería la envidia de muchos; precisamente se atribuye este hecho al origen del concepto “sangre azul” de la nobleza, ya que al intentar ser lo más blancos posibles se les marcaban las venas con ese color verdoso azulado.
Han cambiado las tornas, yahora la gente no va vestida a la platja de la Malvarrosa como hace cien añosatrás, sino que se buscan coger moreno a toda costa, incluso con rayos UVAdurante el invierno. Obviamente, hoy en día contamos con una tecnología mássofisticada para alcanzar esos tan ansiados cánones de belleza. Imaginarosexplicarle a una persona del principios del siglo XX que puede coger moreno enuna cabina, o que ahora hay en Valenciasistemas de depilación láser que pueden hacer desaparecer el vello parasiempre.
Lo que no cambia nunca esque con la llegada de la primavera y del buen tiempo, nos solemos empezar apreocupar en un mayor grado por nuestro aspecto físico. Dejamos nuestras oscurascuevas invernales para volver a relacionarnos con el mundo exterior, y queramoso no, el qué transmitimos físicamente afecta en gran medida nuestras relacionessociales.
Da igual el canon debelleza dominante en esa época, a tod@s nos gusta estar “guap@s”, acordes conlo que se nos exige durante ese periodo. Imaginaros cuántos diferentes tipos depeinados han pasado por las peluquerías y salones de belleza desde los tiemposromanos, que fue cuando este oficio se convirtió formalmente en un negocio. Inclusohoy en día, debido al desarrollo de las tribus urbanas (cada cual con suspropios cánones de belleza propios) puedes encontrar en Valenciapeluquerías de cualquier tipo y nuestras calles rebosan de una variedad deenriquecedoras estéticas que convierten a Valencia en la ciudad cosmopolita quees.
Adrián Cordellat