360gradospress acude al LABshop un mercadillo que se celebra semestralmente en Gijón y que sirve de plataforma a jóvenes diseñadores y creativos
Prendas, complementos hechos a mano, muñecos, bolsos fabricados a partir de discos de vinilo, fotos irónicas, cajas sorpresa, cojines de diseño, dibujos únicos… Estas son sólo algunas de las propuestas que cincuenta y ocho artistas y diseñadores llevaron el pasado fin de semana al LABshop, un mercadillo diferente que se celebró en el Centro de Arte y Creación Industrial de la Laboral, en Gijón.
La cita surgió en 2008 y desde entonces se celebran dos ediciones al año. Sin lugar a dudas la de diciembre es la más concurrida, toda vez que anima a muchos visitantes a acercarse a este lugar situado a las afueras de la ciudad en busca de algún regalo original para las Navidades. Encontrarlo no es difícil; las propuestas son muchas y variadas y todas guardan como denominador común: la originalidad y la artesanía. Con el paso de los años LABshop ha ido cogiendo nombre y entre los expositores ya hay artistas, diseñadores y creadores de fuera de Asturias. Es el caso de Flamenco Cool, que en esta ocasión llegaron desde Sevilla con propuestas de lo más descaradas. En LABshop hay de todo y lo que impera es el buen rollo. Entre los expositores se intercambian ideas y piropos e incluso llega a funcionar el trueque. Casi todo gusta y es momento de aprender unos de otros y de comentar las dificultades que atraviesan o las ideas que tienen para el futuro.
Ese buen rollo se trasmite al visitante que llega dispuesto a ver qué hay y, en muchos casos, acaba limpiando la cartera. No es raro. Lo que ve es llamativo y es difícil no caer en la tentación de comprar algo distinto a lo que normalmente lucen los escaparates de las tiendas. El entorno ayuda. El mercadillo se celebra en el fantástico hall de entrada del Centro de Arte y Creación Industrial, unas instalaciones ubicadas entre el histórico edificio de la Universidad Laboral y el Tanatorio de Gijón en donde hasta hace pocos años sobrevivía uno de los mejores frontones del norte de España.
En estos reportajes lo habitual es incluir testimonios de los protagonistas, tanto de los organizadores (Marco Recuero y Lucía Arias), que por cierto lo hacen muy bien, como de los expositores y visitantes pero creo que lo mejor es que le echen un vistazo a las fotos de los artículos que se vendían. Sin duda, un maravilloso escaparate de la creatividad.
Las fotos son todas de Marco Recuero (uno de los organizadores que nos las cede cortésmente).
Aquí va el enlace de un vídeo http://vimeo.com/33858362
Laura Bellver