La sostenibilidad, nuevo factor competitivo para el sector turístico

Convertirse en un destino amigable y amable con el medioambiente para los habitantes de países donde la concienciación es mayor se convierte en un reto obligado para los mercados receptores de visitantes.

[Img #24883]
Alcanzar grandes cuotas de sostenibilidad se ha convertido en una obsesión para el mundo en el siglo XXI. Un camino en el que, tras mucho estudio y debate, parece que por fin han confluido instituciones gubernamentales, empresas e incluso ciudadanos conscientes de la necesidad de cambiar ciertos hábitos que de prolongarse desembocarían en consecuencias catastróficas. Se habla de la conveniencia de reducir las emisiones tóxicas, limitar la producción con materiales no biodegradables y el uso de sustancias nocivas. La recuperación o adquisición de nuevas rutinas para volver a un estilo de vida respetuoso con el medioambiente es algo presente tanto en los manuales de responsabilidad social corporativa de grandes multinacionales como en las agendas políticas de partidos de cualquier signo.

 

Existen comunidades que llevan años de ventaja en este aspecto y que han conseguido consolidar los cambios introducidos en su momento. Sea por mentalidad de sus habitantes, implicación de las instituciones o por una mezcla de las dos, lo cierto es que algunos países se encuentran a la cabeza en esta materia. Es aquí donde se está creando una nueva brecha entre sociedades sostenibles y las que no lo son. Hasta el punto que a la hora de competir en ciertos mercados, la diferencia puede ser definitiva. El turístico, ámbito estratégico para una economía como la española, es uno de ellos.

 

[Img #24885]
Por este motivo, algunas administraciones están trabajando intensamente con un doble propósito. A un lado se encuentra, por supuesto, mejorar la vida de sus habitantes. En otro, ser competitivos como destino vacacional o de segunda residencia para aquellos ciudadanos que ya gozan de altas cuotas de sostenibilidad en sus lugares de origen. Un factor que se ha convertido en determinante en la decisión de compra de productos de este tipo. Así ha quedado reflejado esta semana en el foro “La movilidad y el coche eléctrico” organizado por el periódico ‘Alicante Plaza’, donde la Diputación de Alicante ha presentado algunas de las líneas fundamentales de su plan para hacer del territorio un lugar más amigable tanto para sus ciudadanos como los turistas. Algo en lo que, por supuesto, el medio de transporte desempeña un papel fundamental.

 

Según señaló César Sánchez, presidente de la institución provincial, el 70% de la población se reparte en sólo 9 ciudades. Además, algunas de ellas experimentan un gran crecimiento estacional durante la temporada turística. Por este motivo la ‘Agenda Verde’ contempla un ambicioso plan de transformación para ofrecer un territorio amable y atractivo a grandes mercados emisores como Alemania, Dinamarca, Francia o los países nórdicos, donde los avances en este ámbito son más que considerables.

 

Para ello se ha creado la Agencia Provincial de la Energía en Alicante, que entre otras muchas medidas tiene previsto instalar una completa red de electrolineras para no sólo favorecer la implantación del coche eléctrico, sino facilitar que los usuarios de otros lugares puedan llegar en él y hacer un uso normal de su vehículo habitual. Además, estará completada por “quitamiedos” o puntos de recarga para asegurar la autonomía en los desplazamientos por zonas más aisladas.

[Img #24884]

Por economía y por salud

La necesidad de implicar a toda la administración fue otro de los puntos en los que más incidieron los ponentes, entre los que se encontraban representantes del SUMA o del sector de la energía, entre otros. Por ejemplo, se apuntó cómo trabajar en la línea de bonificaciones para el aparcamiento, la circulación por lugares exclusivos o incluso disfrutar de beneficios fiscales.

 

La actuación ejemplar de las instituciones también fue tratada con importancia, debido a su papel concienciador. José Chulvi, alcalde de Xàbia, explicó cómo su municipio ha ahorrado en un año 3.000 euros en combustible por la implantación de vehículos eléctricos municipales. Una política que se reforzará próximamente e incluso se ampliará con la instauración de transporte público eléctrico para poder llegar a sus inaccesibles pero privilegiadas calas.  

 

El objetivo para España es alcanzar los 150.000 coches eléctricos en 2020. Si se consigue o no tendrá una clara repercusión en los bolsillos de los españoles y, sobre todo, en su salud.


@ivan_munoz

Iván J. Muñoz

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

cuatro × cuatro =

Lo último en "Local"

Subir