Esta semana nos hemos colado en los ensayos del grupo Drama de Benetússer (Valencia). Entre bambalinas no sólo nos han contado qué es la dramatización, también nos han revelelado sus beneficios y las herramientas que ofrece para ayudarnos a desenvolvernos en la vida.
“Habrá que apretar el acelerador si queremos llegar a la cena”. Los “mayores” del grupo Drama de Benetússer (Valencia) ensayan la obra con la que celebrarán sus 20 años encima de los escenarios. Actúan, sí. Pero hacen mucho más que teatro.
“Trabajamos la dramatización. A partir de historias, vividas o inventadas, planteamos situaciones a los niños a las que tienen que buscarle soluciones. No es sólo una cuestión verbal, pues recurrimos a las posibilidades que ofrece el cuerpo, el espacio, el movimiento”. Son las palabras de Rosa Lacueva, quien fundó el grupo Drama y profesora desde el primer día, hace ahora dos décadas.
Un total de sesenta chavales dan actualmente sentido a Drama (@GrupoDrama), donde los alumnos más pequeños sólo han soplado tres velas de cumpleaños en su vida. “Ellos no hacen teatro, dramatizan, que no es lo mismo”, explica Lacueva. Paula Jiménez, también profesora, continúa: “Si hay alguno que quiere hablar cuando esté en el escenario, perfecto, pero no se les debe forzar”.
Darío Jiménez tiene ahora 18 años, pero la primera vez que se subió a un escenario tenía tres. “Recuerdo que iba de monaguillo y que me pintaron unos coloretes. La gente se reía y yo me enfadé”, recuerda entre risas. “Pero lo hice”, quiere añadir. La dramatización “ya forma parte de mi vida”, asegura Darío. En su opinión, “es una experiencia muy bonita que transmite felicidad y tranquilidad”.
Su compañera Sara Sandemetrio, quinceañera, también empezó cuando no necesitaba todos los dedos de una mano para decir su edad. “Cuando llegué al grupo era muy vergonzosa y muy tímida. Drama me ha ayudado mucho a enfrentarme a situaciones a las que no habría sido capaz de hacer frente de otra manera”, reflexiona.
Este grupo también trabaja, de hecho, con niños con dificultades de aprendizaje y que tienen ciertas barreras sociales que no les permiten desenvolverse con normalidad.
El teatro ayuda a alcanzar los objetivos de la dramatización, pero actuar no es la meta, según se desprende de las palabras de la fundadora.
“Formamos personas a las que damos herramientas para superar los obstáculos que les coartan su día a día; ayudamos a que se sientan más seguras de ellas mismas; favoreciendo despertar la agilidad mental y la resolución de problemas”, cuenta Rosa Lacueva, quien sostiene que los pequeños captan los ejercicios como un juego.
Un trabajo gratificante
Tanto Rosa como Paula son las profesoras, pero los niños no son los únicos que aprenden en las clases. A la segunda se le hace un nudo en la garganta cuando piensa en lo que estos pequeños le han enseñado a ella. “No hay otro trabajo más gratificante que éste. Para mí, es un sueño hecho realidad”, expresa la primea.
A pesar de la labor que realizan, lamentan “no recibir ayudas de ningún sitio”. “Vamos justitos de todo”. Aunque, eso sí, cuentan con la “enorme entrega de los padres”. Tanto es así, que algunas madres y otros tantos papás se han sumado a la familia de Drama para realizar ejercicios.
“A los mayores les ha venido muy bien para encontrar trabajo”, señala Rosa. “Todo cuenta en una entrevista y proyectar seguridad, por ejemplo, es muy importante; como lo es el lenguaje corporal”, indica Paula.
La solidaridad también forma parte de Drama, pues “llevamos 18 años organizando play-backs para recaudar fondos para Unicef”, revelan las profesoras. Según sus palabras, el año pasado recaudaron casi 2.000 euros.
El próximo día 30 de noviembre, cuando se suban al escenario para representar la comedia adaptada “Asaltos de cama” para conmemorar sus 20 años, lo que muy probablemente esperan recaudar son muchos aplausos.
La cita, como recuerda Álex Cortés uno de los protagonistas- es a las 18:30 horas en el centro cultural El Molí de Benetússer (@BENETUSSERMoli).
Las cuestiones técnicas de las obras que representan son cosa del presidente de la agrupación, José Albalat. Según confiesa, “cuando ves que se van expresando mejor, que son capaces de ir superando sus miedos Todo tiene sentido. Es una gran satisfacción”.
David Casas