El valenciano Pepe Carbonell, con tan solo 23 años, saborea las mieles del éxito en las artes marciales. Unas mieles generadas por años de esfuerzo, disciplina, determinación y constancia, que le han permitido alcanzar su guinda más ansiada: la medalla de oro del Campeonato Mundial de Kárate 2014 en categoría de katas grupal.
Cuando se producen graves altercados en el mundo del deporte como los acaecidos recientemente antes del partido de Liga que el Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña se disputaron en el Vicente Calderón, se agradece conocer más a fondo y que se recompense el esfuerzo y la dedicación de esos deportistas de los denominados “deportes minoritarios”. Es el caso de Pepe Carbonell (@pepekrt), que todavía no ha conseguido asimilar su reciente medalla de oro en el Campeonato Mundial de Kárate 2014 en la modalidad de katas grupal, primera para España en sus 22 ediciones, junto a sus compañeros Damián Quintero y Francisco Salazar.
Este joven de 23 años lleva prácticamente desde que empezó a andar enfundándose el uwagi (chaqueta) y el zubon (pantalón) y manteniendo el coraje y la perseverancia bien atados hasta el momento de cada competición con el obi (cinturón), siempre bajo la supervisión y la enseñanza de su padre y entrenador. Carbonell sube al tatami cual pez navega en las profundidades del mar desde un respeto y una humildad sustentadas en la filosofía del kárate. Tampoco tiene problemas en mostrar sus habilidades disciplinarias bajo la atenta mirada y la motivación de sus discípulos del Colegio Salesianos San Antonio Abad, donde él mismo vio crecer sus aspiraciones deportivas desde la infancia.
¿Cómo te sientes tras la resaca del triunfo en Bremen?
Muy bien. Estamos asimilándolo, aunque todavía nos va a costar, porque ha sido brutal. Es la primera vez, tras 22 ediciones, que España gana en la modalidad de katas en grupo, por lo tanto es un gran logro para nosotros.
Ya tienes en tu haber, aparte, el European Cadet Kata Champion de 2008, los European Region Team Kata Champion de 2010 y de 2013 y los European Under21 Kata Champion de 2011 y 2012. ¿Qué hay después de estos triunfos?
Si te refieres a dinero, poco. El Consejo Superior de Deportes nos otorga un premio en metálico, pero no te forras. No son los 600.000 euros que se les dio a los futbolistas de la Selección por ganar en África, a pesar de ser un logro mundial también el nuestro. Está muy mal repartido.
¿Se puede vivir del kárate?
No. La mayoría complementamos el deporte con otros trabajos. Yo, por ejemplo, doy clases a niños desde los 16 años, acudo a seminarios y, actualmente, estoy despertando mi vena emprendedora con la apertura de un gimnasio especializado en kárate, actividades dirigidas y máquinas. Pero otros tantos compañeros acaban retirándose no porque se hagan mayores, sino porque invierten más de lo que ganan y no les compensa.
¿Crees que los medios de comunicación españoles hablan lo suficiente sobre los denominados “deportes minoritarios” como el kárate?
El dinero que recibe cada federación a través de los sponsors y de la publicidad viene determinado por la cuota de pantalla, pero lo cierto es que los medios dan al público lo que él quiere. La gente prefiere ver antes a Cristiano Ronaldo presentando calzoncillos que el último triunfo del equipo nacional de baloncesto femenino. A pesar de esto, el kárate es el único deporte no olímpico becado con plazas en la residencia Joaquín Blume y recibimos ciertas ayudas y apoyos.
¿Desde cuándo practicas kárate? ¿Quién te animó a comenzar?
Lo he tenido presente en mi vida desde que nací, ya que mi padre lo practica desde los 25 años, y yo lo hago desde los cuatro años. Me empeñé y mi padre se encargó de apoyarme en este camino, además de entrenarme.
¿En qué consiste la competición en katas?
Las katas son ejercicios preestablecidos por las escuelas de kárate. Cuando compites, llevas determinados ejercicios al tatami dependiendo de lo bien que se te den, de la dificultad o del rival que tengas. En total se suelen controlar entre 15 y 20 katas, pero en una competición solo utilizas las 4 o 5 que mejor dominas.
¿Es una disciplina tan dura como gratificante?
Sí. Los entrenamientos son duros, repetitivos, buscan mejorar y reforzar cada movimiento y te acabas desgastando psicológicamente. Pero los resultados son muy motivantes y, a mí, personalmente, me encanta practicarla.
El último obtenido es un triunfo de tres, pero, ¿entra en juego la rivalidad en vuestra modalidad o prima el compañerismo?
Cuando competimos juntos remamos todos en la misma dirección sobre el tatami, pero en el momento que participamos en individuales pasamos a ser rivales y pensamos en nuestros propios intereses. Es así de cambiante.
¿Cómo se compite en grupo?
Es una coreografía a tres con la que nos enfrentamos a otros tríos. Tenemos que sincronizar a la perfección el ritmo, la velocidad, la potencia, el riesgo y la fuerza, ya que una descoordinación en este sentido te hace perder puntos.
¿Qué es lo primero que se le enseña a un principiante a nivel teórico sobre esta modalidad?
Tratamos de que los niños de 4 y 5 años que se inician en el kárate lo hagan como cuando empiezan a escribir en el cole: primero la teoría y después la práctica. Les enseñamos que en el kárate en katas se pueden seguir tres vías: el kihon (técnicas ejecutadas a manera de ejercicio para que refinen su estilo y mejoren su velocidad y fuerza), el trabajo de kata y el comité o combate en parejas.
¿Qué significado tiene cada uno de los gritos que emitís en combate?
Toda arte marcial tiene una parte espiritual por la que se cree que la potencia se genera y se concentra en nuestro cuerpo. Y, junto al kimé, que es la liberación de la tensión mediante el golpe seco, es necesaria otra liberación desde el grito, es decir, el kiai. Es una manera de desfogarse con el movimiento y en la competición transmite al jurado una mayor sensación de concentración.
¿Existen todavía muchos estereotipos asociados al kárate y a su filosofía?
Sí, pero tratamos cada día de cambiar esa concepción de lucha tipo “Kárate Kid” hacia su filosofía. Porque es el arte marcial más famoso debido a la televisión y el cine, pero realmente no se conoce. Existen todavía muchos estereotipos marcados acerca del kárate que tratamos de eliminar.
Soma Comunicación