A principios de los 90 el productor televisivo Chris Carter se planteó una interesante pregunta: ¿qué ocurriría si en una agencia federal creada para la investigación criminal como el FBI existiese un departamento dedicado a investigar los fenómenos paranormales? La respuesta a dicha pregunta supuso la creación de un género en sí mismo que a lo largo de los años ha cosechado una enorme popularidad. Un género en el que se encuadra el cómic Tambores, escrito por el español El Torres.
En realidad la idea de integrar lo paranormal con elementos cotidianos es tan antiguo como el relato de terror. Desde Machen a King, pasando por Poe, Bloch o Lovecraft, es habitual encontrar esta disyuntiva. Sin embargo la hibridación con un género tan contemporáneo como el serial policial es algo relativamente nuevo. Y que funciona. Son numerosos los ejemplos que hoy en día dan fe de esa buena combinación, desde series televisivas como Grimm o Supernatural hasta cómics de gran tirada como Hellboy.
Tambores viene a sumarse a esta temática aportando su particular visión del fenómeno vudú. En el cómic, el agente especial Martin Irons se encuentra con un misterioso asesinato colectivo vinculado a los ritos santeros. La impresión que el macabro escenario provoca en Irons irá, poco a poco, desgastando su cordura hasta que los límites entre lo que es real y lo que no lo es terminarán por desdibujarse. Entonces Irons se dará cuenta de que ya no está tan seguro de que el mundo tangible al que estaba acostumbrado sea la única verdad a la que atenerse.
Juan Antonio Torres, conocido simplemente como El Torres, tiene el mérito de ser uno de los pocos guionistas españoles que ha logrado encontrar un hueco para sus proyectos en el competido mundo editorial del cómic estadounidense. Es curioso que un mercado que resulta relativamente permeable a los dibujantes extranjeros -en estos momentos hay más de
cincuenta dibujantes españoles trabajando para las editoriales de EEUU- se haya mantenido considerablemente libre de la injerencia exterior en lo que a argumentos se refiere. Por eso el caso de El Torres es todavía más paradigmático.
Centrado principalmente en tramas paranormales, el autor ha contado en Tambores con los dibujantes Abel García y Kwaichang Kráneo. Entre los dos componen un universo oscuro y tenebroso que a ratos recuerda a las películas de Fincher y, a ratos, a algunos cómics clásicos del género como el citado Hellboy o, incluso, a Hellblazer.
Tambores es un relato de terror más que solvente en el que El Torres nos aleja de los zombies al uso y nos introduce en un ambiente más clásico pero no por ello menos aterrador. Vudú, santería y orishas en un ambiente opresivo y oscuro. Una excelente opción para los aficionados al género y para todos los nostálgicos de Mulder y de Scully.
Javier Montes