Verano de 1944. Los aliados acaban de desembarcar en Normandía y París es un hervidero. Los alemanes están nerviosos y las órdenes desde Berlín no son nada halagüeñas. Si la ciudad no puede hacer frente al avance aliado deberá ser destruida. Pese a esa Espada de Damocles que pende sobre la vida de los parisinos, los habitantes de la capital francesa intentan seguir con su vida. Aunque esta pase por aprovechar la confusión de unos tiempos convulsos para desvalijar joyeros y carteras.
El vuelo del cuervo es una serie publicada tiempo atrás en Francia, obra del magnífico autor Jean-Pierre Gibrat. Dueño de una técnica de acuarela impecable, el autor nos lleva a uno de los momentos más decisivos de la historia de Francia y, tal vez, de Europa cuando días después del desembarco, los parisinos contienen el aliento bajo la bota de los alemanes y sus colaboradores. La represión se vuelve insostenible y los miembros de la resistencia como Jeanne, la protagonista de El vuelo del cuervo, deben extremar sus precauciones si no quieren ser descubiertos.
Detenida por la policía por haber sido denunciada por tráfico en el mercado negro, la joven afronta en silencio la acusación para evitar que los oficiales colaboracionistas descubran su verdadera filiación. En la prisión conoce a François, un ladrón de poca monta, que será el que la ayudará a escapar aprovechando un aviso de bombardeo sobre la capital.
Comienza entonces una carrera desesperada por la capital asediada tratando de encontrar a la hermana de Jeanne y al resto de sus compañeros de la Resistencia. De advertirlos de que la policía les sigue los pasos, antes de que sea demasiado tarde y las autoridades francesas acaben por descubrirlos y entregarlos a la Gestapo.
No es esta la primera obra que Gibrat ambienta en la Francia ocupada. De hecho El vuelo del cuervo se puede considerar como la continuación de otro cómic del mismo autor, La prórroga, un título que comparte momento histórico y también algunos de sus protagonistas. Y es que Gibrat vuelve a menudo sobre este trascendente periodo de la historia europea consciente de cómo la magnitud de los acontecimientos aplastaba en ocasiones las pequeñas historias individuales.
El vuelo del cuervo es una gran elección para los amantes de la BD francesa pero también para los lectores de ficción histórica. Sobre todo para aquellos con un especial interés en asomarse a la vida cotidiana en los momentos más relevantes de la Segunda Guerra Mundial.
David Casas