Hay ciudades que son un mito en sí mismas. Ciudades cuya relevancia histórica y cultural es tan grande que trascienden lo meramente geográfico. El Cairo es una de esas urbes que ha tenido en la ficción una vida tan procelosa como en la propia realidad. Bien conocida es su vertiente literaria; de Durrell a Naghfuz pasando incluso por Hugo Pratt. Pero Corto Maltés no ha sido el único personaje de viñeta que ha visitado la capital de Egipto. Esta semana nos asomamos a otra historia dibujada que precisamente nos lleva a conocer una ciudad a medio camino entre la cruda realidad y una onírica leyenda. Una novela gráfica que no podía tener un título más explícito: Cairo.
En la capital del Nilo se cruzan las vidas de media docena de peculiarespersonajes: Ashraf, el buscavidas acostumbrado a vivir del trapicheo; Tova, la inconformistamilitar israelí; Jibreel, el periodista disidente con problemas con laautoridad; Kate, la idealista norteamericana que viaja a Oriente buscando unhueco en los medios; Shaheed, el romántico confundido que coquetea con elislamismo. Todos ellos se verá envueltos en una historia mágica que los llevaráa conocer la cara más oculta de El Cairo persiguiendo una antigua reliquia que,al parecer, guarda en su interior todos los secretos de Oriente.
La búsqueda de este objeto, en apariencia inocuo pero cargado designificados ocultos, conducirá a los protagonistas a viajar por recónditospasadizos y ruinas olvidadas, hasta conocer los secretos del Bajo Nilo, unaciudad dentro de la ciudad perdida desde hace generaciones. Allí viajarán encompañía de un genio como los de los cuentos de Las mil y una noches que, además, anda perdido batallando con suspropios demonios que, en este caso, son literalmente eso, ifritssalidos de la mitología arábica.
Cairo es la primera incursión en el cómic de G. Willow Wilson, una periodistanorteamericana que durante varios años vivió en la capital de Egipto. Allítrabajó como corresponsal para Atlantic Monthly, The New York Times Magazine y TheNational Post. También colaborócon algunos de los diarios de la entonces oposición egipcia y entró en contactocon las autoridades políticas y religiosas del país. De esa experiencia surgióuna fascinación por la mitología y el folclore de Oriente Próximo que, aunquecristalizó en esta novela gráfica en primer lugar, se ha ido extendiendo a lolargo de toda su obra de ficción.
Porque después de lograr que Vertigo publicase Cairo, la relación de Willow Wilson con el mundo del cómic no hahecho más que afianzarse. De hecho ha sido una de las últimas incorporacionesal equipo de guionistas de la Marvel donde se ha atrevido a romper una lanza enfavor de la integración y el diálogo creando la primera superheroína musulmanacon una serie propia, lanueva Ms. Marvel.
Los aficionados a los cuentos y los interesados en la otra orilla delMediterráneo encontrarán en Cairo unalectura curiosa, equilibrada en los planteamientos y, sobre todo, divertida yabsorbente. Una vuelta al universo de Las mil y una noches a través de ElCairo contemporáneo, del que se ve y también del que está oculto en imaginarioliterario de todos nosotros.
Adrián Cordellat