AIDP: Hellboy y sus amigos

Un spin-off es una pieza de ficción que se crea tomando uno de los elementos de una obra original –un personaje, un escenario…– y se le convierte en el protagonista de una nueva obra. En televisión se ve mucho. Pero también en el mundo del cómic. Y un buen ejemplo de esto es el cómic de esta semana. Podría decirse que AIDP es Hellboy sin Hellboy. Pero sería una injusticia. Porque AIDP es una gran obra, imprescindible incluso para los aficionados al cómic paranormal.

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De acuerdo a lo que Hellboy nos enseñó, la Agencia para la Investigación y Defensa de lo Paranormal (la AIDP) se fundó a finales de 1944 para combatir los horrores ocultistas desencadenados por el nazismo. Dirigida por el profesor Trevor Bruttenholm, en un principio formó parte del ejército estadounidense aunque, después de la guerra, se convirtió en una agencia independiente que, no obstante, mantiene estrechos lazos con las fuerzas armadas. Se supone que es una institución netamente estadounidense pero en realidad sus miembros recorren todo el globo investigando fenómenos paranormales y combatiendo las amenazas que estos puedan suponer.

 

Desde luego el agente más famoso de la Agencia es sin duda Hellboy pero no está solo. Junto a él, en la AIDP, trabajan otros investigadores peculiares que en alguna ocasión han compartido viñetas con el famoso demonio creado por Mick Mignola: Abe Sapien, Roger el Homúnculo o el fantasma vidente Johan Krauss.

 

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Ellos son los encargados de recoger el testigo que deja Hellboy y continuar en esta spin-off con las aventuras de tinte paranormal que, pese a lo que pueda parecer, no tienen nada de secundarias. De hecho las criaturas de Mignola campan por aquí menos constreñidas por la figura del Príncipe del infierno y los condicionantes más próximos al género superheróico que su presencia puede llegar a suponer. Las tramas de AIDP profundizan más en el terror y aprovechan bien los mitos y el folclore para crear historias de horror clásico que no tienen nada que envidiar a los relatos de H.P. Lovecraft.

 

En realidad el maestro de Providence es una de las influencias más claras de la serie. Tanto en las tramas que profundizan en la historia de Abe Sapien como en el arco argumental construido en torno a la oscura invasión de unos batracios de ultratumba (la genial Una plaga de ranas) la sombra de Lovecraft es alargada. Lo es hasta tal punto que cualquiera que haya disfrutado alguna vez de uno de sus relatos de terror debería plantearse seriamente echarle este verano un vistazo a AIDP.


@elplumilla

Óscar Delgado / 360 Grados Press

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