Agua que desborda las piscinas

Agua que desborda las piscinas

Tengo el alma en un puño y el corazón en otro. Supongo que así se sentirá la mayoría de los humanos, al menos en esta parte de la Tierra donde crecen las margaritas y se anegan los cementerios.

En esta parte de la Tierra, la nada es de todos y solo unos pocos controlan el Universo. Somos un grano de arena a merced del viento, el desierto queda cerca y el agua muy lejos de la nada. En esta parte de la Tierra, los ricos protestan por el intento de mejora de calidad de vida de los que menos tienen. Dicen los escribas de los ricos que tal medida supone un palo en el eje de la Gran Rueda, que el sol no puede cambiar de color y los elefantes no dormirán en sus casas.
Los escribas de los ricos han estudiado a fondo la posible mejora de la calidad de vida de los que menos tienen y aseguran que no les salen las cuentas: los ricos ganarían menos y tal cuestión significaría una catástrofe para los ricos. Como solución, los escribas exponen que todo debe seguir igual; cada uno en su lugar y el mar rompiendo olas en los atardeceres.
En esta parte de la Tierra, los que menos tienen no pueden hablar muy alto, tampoco caminar lejos. En esta parte del mundo, todo es monocolor, una gigantesca granja que siempre ve la noche, los pájaros no vuelan y el silencio duele. Yo quiero volver a sentir mi corazón y caminar en el sentido contrario de los relojes que no son míos.
Quiero decirle muy alto a los que más tienen que hace tiempo que nos llegó la hora y hay muchas manos que siguen limpias y fuertes.
Que ya sabemos que los ricos estudian y los pobres no pueden hacerlo. Y eso es peligroso. El agua desborda las piscinas.

@butacondelgarci

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