El Museo Reina Sofía de Madrid acoge hasta el próximo 13 de octubre una impresionante y compleja exposición que recorre la trayectoria artística de uno de los pioneros y grandes representantes del pop art, el británico Richard Hamilton.
Cuando falleció, el 13 de septiembrede 2011, Richard Hamilton ya habíatrazado las líneas maestras de su gran exposición para el Museo Reina Sofía de Madrid, así que podemos decir que estamos anteuna muestra que es también el testamento artístico de un artista único einclasificable. Un hombre que abordó todos los géneros y temas posibles. Ysiempre si un estilo definido o característico. Sin una marca personal. Unpintor que antes de su explosión comercial en EEUU de la mano de referentescomo Andy Warhol, se adentró cualaventurero en el pop art con su yamítico collage “Just what it is that makes todays homes so different, so appealing?”.
La muestra de Richard Hamilton ha sido aprovechada por la ciudad de Madrid para vincularla a los “Mitos del Pop” del Museo Thyssen y crear una entrada combinada llamada #MadridEsPop. Sin embargo la exposicióndel británico va mucho más allá del pop art (presente en algunas de las 14salas dedicadas a la retrospectiva) y recorre la carrera de un artista que tocótodos los palos y que, además, en un mundo marcado por la egolatría, no dudó endedicar parte de su tiempo a reflexionar sobre el trabajo de otro artista quele influyó sobremanera en su obra, MarcelDuchamp.
14 zonas diferenciadas y un sinfín desalas, ubicadas en la tercera planta del Reina Sofía, la misma que acogió laexposición dedicada a Salvador Dalí,son el escenario para compartir con el público la prolífica carrera del artistabritánico en una exposición larga, densa y por momentos compleja que escondealgunos rincones para pararse por unos minutos y disfrutar del cuidado montaje.
Imposible no caer rendido ante laironía de sus electrodomésticos Brown, no quedarse boquiabierto, a pesar dehaberla visto muchas veces, ante la foto de Mick Jagger y Robert Fraser esposados, no sucumbir a ver una poruna las cientos de polaroids en lasque Richard Hamilton es retratadopor sus amigos artistas y no acercarse y alejarse una y mil veces a suinstalación Lobby. Una exposición para degustarla poco a poco. Sin prisas.Con paciencia. Lástima que el aire acondicionado invite a ir con demasiadas prisas.
RichardHamilton: Museo ReinaSofía de Madrid. Hasta el 13 de octubre. Precio de la entrada 5.
Manolo Gil