La habanera y Torrevieja, una tradición de ida y vuelta, de ida y vuelta, de ida…

Corría el mes de agosto de 1955 cuando en la ciudad de Torrevieja se ponía en marcha el Primer Certamen de Habaneras. El municipio alicantino materializaba en forma de concurso la dilatada tradición musical que, desde finales del XIX, había arraigado entre sus habitantes a ritmo de habanera. Tras 59 ediciones, el certamen sigue teniendo una gran acogida por parte del público, se ha internacionalizado y se ha convertido en un referente de la música coral.

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Como ave que cruza elcielo en busca de otros lugares

como barco que empuja elviento navegando por siete mares

me alejaron de tu bahíade tu faro y de mis padres

aliviando la pena mía conel aire de tus cantares.

Torreviejaacoge del 22 al 28 de julio, en su 59 edición del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, a 16 agrupaciones corales de 11 países.  Entreellas, 3 corales españolas que proceden de Castilla y León (CoralVallisoletana), Catalunya (Cor Infantil Amics de la Unió-Granollers) yComunitat Valenciana (Coro Universitario Sant Yago). Además, como cada año, las6 corales torrevejenses serán las encargadas de clausurar el certamen, fuera deconcurso. En total, 900 coralistas procedentes de 3 continentes pasarán por elescenario de Las Eras de la Saly lo convertirán, como dicen en Torrevieja, en la ‘Catedral de la Habanera’.


Al alba de mi viajellegaré hasta tu ribera

y será mi equipaje elrumor de una habanera.

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“Torrevieja siempre ha sido una ciudad de tradiciónmarinera, siempre ha habido costumbre de cantar habaneras”, asegura AurelioMartínez, miembro de la comisión técnica del certamen.

 

Entre finales del siglo XIX y principios del XX elcomercio con América se había multiplicado y desde muchos puertos españoleszarpaban barcos rumbo a distintos países del otro lado del Atlántico. Uno deesos puertos era el de Torrevieja, que pronto se convertiría en refugio depescadores y marineros. Desde allí se emprendían duras travesías, especialmentehacia la isla de Cuba. Las bodegas partían cargadas de sal y teja planaalicantina y volvían llenas de azúcar.

 

El puente comercial con Cubainmediatamente derivó también en un puente cultural: las canciones con ritmo detanguillo que cantaban los marineros al despedirse de su amada o que entonabanal viento de los siete mares durante los largos días de navegación, adquiríanotro carácter, más pausado, al llegar a Cuba. “El carácter más acelerado deltanguillo se languidecía, y al volver de nuevo a Torrevieja la canción de amorse tornaba más lírica, más romántica y más sentida”, explica Aurelio Martínez.


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Así es como se empezaba a forjar la habanera, ese género que tanto arraigolograría en Torrevieja, así como en muchas otras zonas de la costa Española.”¡Y no sólo de la costa! También hay zonas de interior que tienen una granafición por las habaneras”, apunta Martínez.

 

“La magia de la habanera también cautivó a la músicamás culta como la ópera y la zarzuela”, recuerda el miembro de la comisióntécnica del certamen. A la habanera, un género popular, compositores comoBizet, Saint-Säens, Falla, Albéniz o Arrieta la acogieron con los brazosabiertos, desde la habanera de ‘Carmen’ hasta la habanera de ‘Marina’. “Y lomismo pasa con las bandas sonoras. Muchas películas que recrean esa atmósferamarino-portuaria y aquella época, han utilizado habaneras”, añade AurelioMartínez.


Sólo vivo por ti, morenade mar y soles

sólo vivo por ti, saladade mil colores.

Sólo vivo por ti, lapatria de mis mayores,

sólo vivo por ti,Torrevieja de mis amores.

En el marco del concurso también se ha celebrado el IVCertamen de Habaneras para Solistas, en el cual han competido seis cantantes.La ganadora ha sido la soprano alicantina Cristina Sánchez. Mientras deliberabael jurado, compuesto por Francisco Grau Vegara, José Antonio Sainz Alfaro yCarmen Cruz Simó, se ha homenajeado a los dúos, trío y pequeños conjuntos quecaracterizaron las primeras ediciones del Certamen de Habaneras torrevejenses.

Y en mi alma doloridaherida por la “ausencia”

y en el mástil de mi navellevo tu himno por bandera

con la Estrella de los mares en la Salve marinera

soportaba mis pesareshasta el día en que volviera.

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Losmarineros que se despiden de sus amadas, las amadas que lloran la marcha de susamores, el lirismo de las habaneras siempre impregnado de esa inconfundibleatmósfera marina, el magnetismo del ritmo de dos por cuatro que evoca las olasque van y vienen, la sencillez y la verdad de su prosa… Todo ello ha hechomella entre los torrevejenses, que desde aquellas travesías transatlánticashasta hoy, empapados de sal y azúcar, han mantenido viva la pasión por lahabanera. Una tradición que, de padres a hijos y de hijos a nietos, va y viene,va y viene, va…

@PauFiR


*La canción intercalada con el reportaje es “El Ausente”, con letra deCarmen Ortiz y música de Jorge López. Es la obra obligada para los coros queparticipan en esta 59ª edición del certamen.

Javier Montes

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