El gigante frente a su espejo

‘En la ciudad China’, una exposición para conocer las luces y las sombras de un imperio

S.C., Valencia. Luces de neón mezcladas con proverbios escritos en madera; maquetas de urbes redimensionadas y restauradas que contrastan con pantallas testimonio de vidas rurales; Shanghái o Xangai; Xián como origen del nombre por el que el gigante asiático es conocido hoy: China… Sumergirse en la exposición ‘En la ciudad China. Miradas sobre las transformaciones de un imperio’, que alberga el Centre Cultural Bancaixa de Valencia hasta el 28 de junio, es una buena oportunidad para conocer de forma interactiva el origen de una cultura que marca los destinos universales del siglo XXI.

Como quien entra a un gran bazar de conocimiento Made in China, lleno de aparatejos de colores, luces on y luces off, pantallas y letras misteriosas, el visitante a la muestra ‘En la ciudad China’ se topa con una sobrecarga de información en varios soportes que pueden ayudarle a hacerse una idea de las claves de la evolución maquinal del imperio chino o a provocarle una sensación de angustia que le mueva a buscar la estampida entre alguno de los rincones del Pekín de los JJOO. El mismo que recoge una maqueta de tamaño monumental que, ayudada por un soporte tecnológico táctil, permite al curioso conocer el sentido camaleónico de la ciudad de los récords mundiales. Una urbe reinventada a sí misma con motivo del pretexto olímpico pero que nunca ha sabido conservar una misma cara, tal y como se informa al visitante.

Curiosidades maniqueas alimentadas por versiones audiovisuales de la realidad china de productores galardonados en festivales occidentales o mediante la industria de la arqueología china, marcada por enigmas sin resolver. Como elementos más curiosos, nos detenemos en el origen de su caligrafía y en uno de los aparatos que más pueden encaprichar a quien escribe unas letras como las que ahora leen sus ojos: una máquina de escribir con tipos chinos difícil de ver en otro rincón del lado occidental del planeta.

Una forma entretenida, barroca y pesada de conocer más y mejor al imperio chino, con la necesidad de disponer de mucho tiempo para salir de la sala de exposiciones con la lección aprendida.

360gradospress

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

cinco + 8 =