“El cedé es un objeto bastante siniestro”

360gradospress entrevista a Coque Malla en plena gira promocional de su último trabajo, ‘La hora de los gigantes’

ÓSCAR DELGADO, Valencia. “Sé que no te irás, tú no te irás”. Coque Malla no se va del escenario, en su versión más cercana a los incondicionales que le han seguido desde su “Sí, sí” Ronaldo. Acaba de emprender una gira promocional de su último trabajo, ‘La hora de los gigantes’, una colección de temas optimista de los miedos que atenazan al individuo a lo largo de su vida y de cómo se superan reinventando “lo que cada uno quiere ser”. 360gradospress invade el camerino del artista madrileño coincidiendo con el concierto que ofreció el viernes 19 de febrero en la sala Wah Wah, dentro de los actos conmemorativos del cuarto aniversario de Vinilo Valencia.

¿Cómo se mira una trayectoria musical desde el palco de los 40 años recién cumplidos?
Pues no sintiéndote en ningún palco ni mirando nada. Sencillamente, estando y haciendo lo que haces sin echar la vista atrás. Y, por supuesto, subiéndose al escenario con ilusión sin plantearse nada, sin pensar en que tengo 40 años, ni si tengo una carrera musical, un futuro o un pasado.

Tu último trabajo se llama ‘La hora de los gigantes’, ¿qué significado le das al título?
Habla de ese momento en que consigues ser más fuerte que los miedos que te impiden ser lo que quieres ser. Te puedes inventar quién quieres ser, de hecho yo creo que es muy bueno inventarse, que uno se invente quién quiere ser.

¿Y quién es Coque Malla?
Cada día me lo invento.

Estás en plena de promoción de tu nuevo trabajo, ¿qué repertorio ofreces?
Fundamentalmente son temas de ‘La hora de los gigantes’, alguna de ‘Sueños’, mi disco anterior, y una del primer disco, ‘Soy un astronauta más’. Hacemos un concierto de rock, no nos planteamos si es un concierto acústico. Tanto Nico Nieto (guitarra) como yo nos enfrentamos a las canciones, al escenario y al público como si fuésemos una banda de rock, como si detrás hubiese un teclista, una sección de metales, dos coristas y un batería. También hay canciones más lentas. Pero incluso las lentas no las planteamos como si estuviéramos en casita con dos guitarras, sino como un concierto de rock.

Cuando Coque Malla se pone a grabar un disco, ¿encuentra siempre su canción favorita?
Van cambiando. Hay veces que empiezas a grabar y al terminar dices que la mejor es ésta, que está clarísimo. Luego la cosa avanza y la que estaba en la cola pega un acelerón por algo que le haces durante la grabación o por un momento tuyo que te conduce a que te guste más. Es como una carrera de galgos que nunca acaba, las canciones van adelantándose las unas a las otras.

¿Qué concierto no te perderías por nada del mundo?
Uno de Frank Sinatra, si resucitase.

Hablando de otro gigantes, de los futbolísticos. Cada vez que escuchas el nombre de alguno de los Ronaldos, ¿te viene a la cabeza tu historia ‘ronalda’?
La verdad es que no. Los Ronaldos estaban mucho antes de que Ronaldo fuese un fenómeno futbolístico. No, no pienso en ello.

¿Qué relación mantienes con los componentes de Los Ronaldos?
Muy buena, siempre mantuvimos una muy buena relación. Siempre hemos sido una familia más que compañeros de grupo. De hecho, las dos veces que nos hemos separado han sido normales. La primera, si cabe, fue más triste y más dramática pero después del reencuentro de los últimos tres años el último concierto fue una fiesta y una alegría. Nos queremos mucho y mantenemos una relación estupenda.

¿Qué significaría para ti tener que explicar a alguien más joven lo que es una cassette?
Yo en eso soy muy práctico, enseguida me pongo al día. Ni me acuerdo de la cassette. A mí lo que me mola ahora es Spotify. No soy nada nostálgico, la verdad. Quizás con el vinilo sí, pero no por el sentido nostálgico, sino porque es un formato que mola que te cagas. El vinilo no creo que se haya quedado antiguo. Por el contrario, el cedé sí que se ha quedado antiguo; suena mal, es feo, se rompe, ocupa espacio… Es un objeto bastante siniestro el cedé. Si me das a elegir entre Spotify y un montón de cedés, elijo Spotify. “Pero si me das a elegir entre tú y mis ideas, que yo sin ellas soy un hombre perdido, ay amor, me quedo contigo…” (risas).

Hablas del vinilo con devoción, ¿los coleccionas?
No. Suelo comprarme los que me apetecen, pero no soy coleccionista en absoluto. Lo que me gustaría es tener un buen plato, un buen amplificador y unos buenos bafles.

En esta época del panorama musical en la que hay dos frentes abiertos entre ‘internet sí’ e ‘internet no’, de descargas legales o descargas ilegales, ¿cómo te posicionas?
Hay descargas ilegales y hay descargas legales. Y ya está. Perseguir las ilegales me parece inútil, suicida y magnicida. Si persigues a todo el mundo, porque todo el mundo está descargándose cosas, es un error. Es una realidad que está ahí. Si se dieran más opciones para plantear las cosas de otra manera, como por ejemplo Spotify, no es por hacer publicidad a Spotify, me refiero al formato, la gente querrá comprar música, pagará por ella. Lo que hay que hacer es proponer cosas que funcionen y que generen ingresos para los autores. Pero nunca perseguir a la gente que hace descargas. Es como perseguir a los fumadores, que no sé si es buen ejemplo, pero, en todo caso, me parece maligno. Es una cosa maligna perseguir a la gente en sus casas porque se estén descargando una peliculita.

Hablando de películas y de tu etapa como actor, ¿qué te pareció la última gala de los Goya?, ¿la viste como un actor?
No, una amiga mía vino a casa a cenar y la vimos como un entretenimiento. No estuvo mal, yo soy fan de Andreu y verle ahí ya era agradable.

¿Qué te parece TVE sin publicidad?
Pues me parece muy bien, aunque a veces la echo de menos. Cuando estoy viendo una película y me apetece ir al baño, toca aguantarse. Pero, bueno, está bien que no haya publicidad.

¿Sigues algún deporte o eres fanático de algún equipo?
No, hubo una época en que fui futbolero, pero se me pasó. No sé si afortunada o desgraciadamente, pero se me pasó.

¿Cuál es el concierto más desastroso que has protagonizado, aquel en el que todo te salió mal?
Lo he olvidado.

¿Te vas a quedar con la versión más rock de tu vida musical, la que te deja opción a hacer lo que te da la gana?
En ese sentido sí, el rock and roll es libertad y yo soy rockero. Pero los próximos discos no van a ser discos evidentes de rockeros, irán por otro lado.

Marga Ferrer

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