Imagen de Rapunzuel en la colección 'Érase dos veces'
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Cuentos no sexistas para niñas inconformistas

Claudio Moreno
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El movimiento feminista es cada día más transversal y expansivo, atravesando las esferas públicas, las privadas y todas las manifestaciones culturales que se producen en la actualidad. Una de los lugares a los que más fuerte ha llegado es el de la industria editorial, que desde el ensayo hasta el género infantil ha abrazado con fervor y profusión la lucha por un mundo más igualitario. Aquí nos centraremos en los últimos, en la literatura infantil, que lleva alrededor de un lustro produciendo clásicos instantáneos para superponerse a los viejos cuentos sexistas.

Uno de los sellos que más ha apostado por este nuevo género de literatura infantil es Cuatro Tuercas, aventura editorial de Belén Gaudes y Pablo Macías, creadores ambos de la colección infantil feminista ‘Erase Dos Veces’: “Esta colección nació por una necesidad vital. Recuerdo perfectamente un día en que le pusimos a nuestra hija Violeta la película de Cenicienta, el clásico de Disney, y al poquito de tenerla puesta nos dimos cuenta de que le estábamos contando cosas con las que no estábamos de acuerdo, como que las princesas siempre tienen que estar perfectas, ser guapas y delgadas, y esperar a que los príncipes tomen todas las decisiones por ellas”, explica Belén Gaudes.  

La necesidad vital de estos padres se repite en el caso de María Isabel Sánchez Vegara, creadora de los libros que pueblan la colección Pequeña & Grande, de Alba Editorial. Las obras de esta colección reivindican las biografías de tantas y tantas mujeres habitualmente opacadas por la sombra de hombres no tan increíbles.  “Nosotros empezamos a publicar hace 5 años. Las creé porque acababan de nacer mis sobrinas, y al buscar cuentos para ellas vi que eran todos del tipo La Bella Durmiente, donde los personajes femeninos son poco pasivos. Entonces pensé que merecía la pena escribir algo para ellas y que hablara de mujeres de verdad, que dijeran lo que han conseguido y a lo que se dedican. De ahí parte la colección”, resume Sánchez Vegara.

Para la cofundadora de Cuatro Tuercas el cuento de La Bella Durmiente también es doloroso, porque presenta a una mujer pasiva que necesita el beso romántico de un hombre para ser rescatada. No obstante, para ella, hay un cuento más sangrante aún: “A la Bella y la Bestia le tengo especial manía. Tú lees el cuento o ves la peli y lo que te dicen es que una bestia está secuestrando a una chica, la encierra contra su voluntad, no la deja comer si no es con el vestido que él quiere, le grita y la maltrata. Esa es la idea de amor que nos transmiten. Nos cuentan que él hace eso porque está atormentado y necesita que ella le cambie. Pero nosotros mostramos que eso es una relación abusiva y que no es amor, sino maltrato. Nosotros dibujamos una bella que quiere escapar de su cautiverio, se enfrenta a la bestia y al final lo consigue y la bestia se queda igual.. hecha una bestia”.

Pequeña y Grande

En este punto Gaudes arremete contra la idea del amor romántico que, según argumenta, “ha hecho mucho daño y ha presentado unos modelos de relación entre hombres y mujeres realmente son tóxicos”. Ejemplos de la factoría Disney no faltan. La Bella Durmiente espera a ser resctada con un beso –¿qué hay del consentimiento?–. Rapunzel espera eternamente a que le crezca el pelo para ser salvada de una torre. La Sirenita renuncia a su voz por amor. “Eso no es amor, eso es otra cosa”, resuelve la autora, que no reparó en estos detalles durante su infancia y dice haber ha encontrado esta sumisión velada y estos micromachismos después de haberse puesto las “gafas violetas” durante su adultez.

Los cuentos, en efecto, muestran modelos caducos de masculinidad y modelos invisibles de feminidad. Los hombres lo hacen todo, mientras que las mujeres esperan en casa a ser rescatadas. Gracias al movimiento feminista y a las gafas violeta de las que habla Gaudes este perspectiva editorial ha cambiado enormemente, y ahora de hecho existe una categoría editorial, en auge, denominada Herstory. “Cuando nosotros publicamos el primer libro, dedicado a Coco Chanel, la gente no sabía ni dónde colocarlo en la librería. Todavía no existía esta categoría. En parte gracias a la colección Pequeña & Grande hemos conseguido abrir este hueco cada vez más importante”, aporta Sánchez Vegara.

Los personajes reales se oponen a las princesas sumisas, enamoradas del amor romántico, de figura imposible y voz infinita. Un modelo de princesa casi siempre blanca y heteroxual que suele excluir a todo lo que queda fuera del estereotipo. Los personajes reales, como las mujeres de carne y hueso, pelean por un mundo más igualitario en el que se educa en equidad de oportunidades, donde las niñas (en femenino) son válidas para la ciencia y los niños (en masculino) se preocupan por el cariño y los cuidados.

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