Valencia Acoge
Valencia Acoge

“Hay ataques racistas e intolerables considerados meras gamberradas”

Militante del activismo social, desde la trinchera periodística o la cooperación, ha trabajado por los Derechos Humanos a pie de obra en lugares como Colombia, donde el conflicto, la violencia y la injusticia al por mayor son la norma. Como freelance ha cubierto informaciones sobre Chile, Bosnia o Palestina. Paco Simón es profundo conocedor de América Latina como coordinador que fue de los proyectos de la Fundación CEPS para la región y después de asesorar en las campañas presidenciales de Evo Morales, en Bolivia, y Carlos Gaviria, en Colombia. Hoy es el responsable de los programas de igualdad y no discriminación de Valencia Acoge, un espacio solidario de lucha contra el racismo y fomento de la interculturalidad.

Si llega en patera es moro y si lo hace en avión privado y limusina es un venerable jeque. ¿Sin clasismo no hay racismo?

Se dan las dos cosas. Muchas veces sucede lo que plantea, por eso no hay problema para que lleguen futbolistas y se nacionalizan en dos días, pero si no se conoce cuál es el estatus social de una persona también se da racismo. Son los menos, pero hay casos. Recientemente un delegado de Naciones Unidas iba andando por la Gran Vía de Madrid y la policía lo detuvo por una identificación de estas que están denunciadas y condenadas por la ONU, pero no por la legislación española. Se enfrentó a la policía, le dijo que por qué lo estaban identificando cuando no identificaban a otros y no había cometido nada sospechoso y fue víctima.

Que Angela Merkel sea la adalid europea en políticas de acogida, tras haber recibido a un millón de refugiados de los conflictos en países árabes, ¿evidencia el fracaso de Europa en política migratoria y de acogida?

Sí, la política europea cada vez es más restrictiva. Desde la Directiva de la vergüenza, sin plazos para retener a la gente en centros de internamiento, se ha ido a la deriva. Italia está evidenciando el fracaso de la política europea en materia de migración. Italia utiliza la demagogia. Salvini pone en evidencia que no hay una política migratoria común. Se desentienden echando la culpa a la UE de lo que es un problema que hay que abordar entre todos. Y en eso tiene razón, pero no puede dejar de cumplir con sus obligaciones internacionales y humanitarias. Lo que está haciendo Italia es provocar muertos en el Mediterráneo.

Visto con perspectiva, ¿la acogida del Aquarius a las dos semanas de aterrizar Pedro Sánchez en la Moncloa fue un acto de propaganda del Gobierno y el Consell o una demostración de solidaridad sincera?

En Valencia Acoge hicimos un comunicado dando la bienvenida, congratulándonos de que la sociedad fuera receptiva y el Consell atendiera esa demanda social, pero exigiendo que luego se tomaran medidas concretas que garantizaran que esta gente no llegara en un barco y unos días después acabara en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) y deportados o dejados a su suerte. Valencia Acoge no cree que la intención del Consell fuera hacer pura propaganda, pero al final se ha quedado en un acto simbólico que no ha ido más allá. Estuvo muy bien y ojalá ese tipo de acciones se repitieran, y no sólo en Valencia, y fueran acompañados de políticas que permitieran que cuando llegue esa gente se integre. Y son políticas sencillas. Si acoges a personas que viene de conflictos, como refugiados o migrantes económicos, y no permites aquí buscarse la vida, tener la oportunidad de trabajar, las condenamos a sobrevivir como puedan. El Consell no tiene competencias en materia de extranjería pero puede enarbolar el derecho de las personas a la movilidad y presionar para que sea reconocido.

Consell y Ayuntamiento de Valencia han criticado los CIE, pero siguen abiertos y siguen las devoluciones en caliente. ¿Cuál es la cara verdadera de la política migratoria española, la de la sanidad universal o la de mano dura?

Es la política del garrote y la zanahoria. Aquí, el pleno del Ayuntamiento de Valencia y las Corts han aprobado resoluciones en las que se pide el cierre de los CIE. Se aprobaron pero luego no han hecho nada. No tienen la competencia para cerrarlos, evidentemente, pero pueden poner trabas administrativas a estos centros de reclusión donde se encierra a las personas por haber cometido una falta que tendría como pena el equivalente a una multa. Porque no es un delito estar sin papeles. En ciudades como Barcelona al menos intentaron decir que el centro no reunía las condiciones, no tenía licencia urbanística, etc. Presionar de alguna forma para lograr el cierre. Aquí se les llena la boca de hablar de derechos de los migrantes, peor no se concreta en hechos y seguimos teniendo graves problemas de integración y de trámites administrativos. Recientemente los solicitantes de asilo, entre ellos algunos de los del Aquarius, se encuentran con el problema de que cuando solicitan la entrevista policial en de Zapadores les exigen estar empadronados. Hasta ahora no era un requisito, pero como están saturado. El Consell debería tomar medidas ante el Gobierno para que eso se solucionara.

Ha sido coordinador de proyectos de la fundación CEPS para América Latina. ¿De verdad los gobiernos europeos están esforzándose en ayudar a los países de origen?

Pues a veces sería mejor dejar de actuar como lo están haciendo. Si la UE estableciera códigos de conducta a las empresas europeas que actúan en América Latina, a lo mejor se matizarían muchos problemas de zonas inmensamente ricas, por ejemplo en petróleo, con gente que es inmensamente pobre, sufre la violencia y se ve obligada a huir. En vez de invertir en ayudas bilaterales entre gobiernos, mejor sería fortalecer las sociedades civiles de esos países. A veces se tiene una visión neocolonial de la cooperación. Poner la banderita y fortalecer a corporaciones muy dudosas. Se ha usado la cooperación como moneda de cambio. Por ejemplo lo que hizo el Gobierno socialista en la crisis de los cayucos, pagando a los gobiernos locales para que controlaran a las mafias.

Las estadísticas dicen que España y la Comunitat Valenciana exportan solidaridad, a través de las ONG. ¿Más empáticos de puertas hacia afuera que en casa?

Es verdad que muchas veces se busca tener un impacto exterior que te dé una imagen de ser muy solidario pero en la integración de quienes viven en el barrio se nos olvida. Hacemos más casos a minorías que se organizan para crear rechazo y decir que el migrante es el culpable de la crisis, la delincuencia y de todos los males y no nos atrevemos a enfrentarnos a esa gente con la ley.

¿La extrema derecha sigue teniendo impunidad o cree que el control policial del pasado Nou d’Octubre es un síntoma de que algo ha cambiado?

Creo que fue un hecho puntual porque no querían que se les fuera de las manos como el año pasado, que fue un fracaso de las Fuerzas de Seguridad. Ahora tenían que demostrar que los tienen controlados. Pero ese día. Saben quiénes son y donde actúan. En julio hubo una oleda de agresiones a sedes de ONG, también a la nuestra, y a partidos como Compromís. Hubo pintadas nazis, colgaron restos de cerdo en la Gran Mezquita de Valencia. Se logró identificar a cinco pillados in fraganti en la Avenida del Oeste con material para las pintadas. Dijeron que iban a hacer las pintadas en Compromís, pero que cuando llegaron habían pintado otros. Se ha archivado la causa en el juzgado. Hay un problema de negligencia judicial y no sé si policial en identificar a esta gente. Son ataques racistas y de intolerancia que se consideran hechos aislados, incidentes sin importancia, algo así como una mera gamberrada que no reviste la gravedad de una agresión personal. Hace tres años en Italia no se imaginaban que estarían viviendo agresiones frecuentes a personas de color y que tendrían un primer ministro racista.

La Comunitat Valenciana es líder en incidentes de odio e intolerancia y racismo en 2017, con 87 casos registrados según el Informe Raxen. ¿Tiene explicación?

Somos mayoría los valencianos que estamos por la convivencia y que valoramos la diversidad como fuente de riqueza en todos los sentidos, cultural, económica, social… Pero es verdad que hay una extrema derecha fascista organizada que sigue sin ser desarticulada y sigue mandando mensajes de odio e incita a acciones que a menudo son violentas.

El 13,5% de la población de la ciudad de Valencia es inmigrante. Son 108.000 personas invisibles y ausentes en centros de poder y decisión. ¿Cree que algún día habrá cuotas para la igualdad, como en el caso de las mujeres?

Hay un evidente racismo institucional que a veces se manifiesta de forma directa en leyes excluyentes y a veces de forma indirecta, en poner todo tipo de trabas en reconocer y convalidar títulos o con exámenes de nacionalidad. Valencia Acoge hizo una experiencia piloto de ir a la universidad con preguntas de esos cuestionarios y a muchas no sabían responder. Esto lo lleva el Instituto Cervantes. A ver si cambia con la llegada de Luis García Montero. Además de que cuesta una pasta, se pagan tasas, muchos españoles no superaríamos ese examen de “españolidad”. Son trabas del racismo institucional. Si se resolvieran, probablemente la gente progresaría por sus propios méritos. Mientras tanto hacer algún tipo de discriminación positiva es lo que contempla la ley. Justo ahora hay una proposición de ley del PSOE en el Congreso que contempla medidas de este tipo.

Los populismos xenófobos proclaman que los inmigrantes roban el empleo a los nacionales, cuando son la única posibilidad de hacer viable el sistema público de pensiones. Pero el mensaje excluyente cala.

Los estudios avalan que efectivamente gracias a la llegada de inmigrantes desde 2000 el sistema se sostiene. Habría que preguntar a los medios de comunicación por qué no ponen el foco de interés en este planteamiento.

Como periodista, ¿qué nota pone a los medios en cuanto a responsabilidad social?

Un cinco pelado. Y no hablo de los periodistas, sino de las empresas periodísticas. Creo que, salvo excepciones, la mayoría considera la migración o un tema marginal o un problema, pero nunca un fenómeno enriquecedor en todos los sentidos. El lema de los neonazis “los españoles primero” se está normalizando y lo oyes cuotidianamente en los bares como algo asumido. Los medios abordan el fenómenos superficialmente o lo atacan. Por ejemplo hay una campaña terrible contra los manteros.

Se pone apellido de nacionalidad en los sucesos cuando el delincuente no es español. No se dice “un señor de Cuenca ha atracado a una señora de Guadalajara”.

Los periodistas caemos en eso y sabemos que estigmatizamos al colectivo de turno. ¿Qué aporta de información? Pues nada.

¿Los manteros son un problema para el pequeño comercio, para el orden público o sólo un chivo expiatorio?

Se habla en titulares del “acoso mantero”. Antes el problema eran las grandes superficies, pero a las instituciones y a los medios de comunicación les sale más a cuenta que el problema sean los manteros porque no ponen cuñas publicitarias.

Desde este curso se enseña el islam en algunas escuelas valencianas. Hay quien cree desde la izquierda que en vez de entrar el islam en las aulas debería salir el catolicismo.

Creo que la escuela debería ser un espacio en el que se enseñen humanidades y a lo mejor la historia de las religiones, que son un fenómeno social. Pero nunca enseñar para adoctrinar a los niños, ya sea en el islam, el catolicismo u otra religión. La solución es replantearlo. Pero mientras eso no ocurre, oponerse a que se enseñe el islam en comunidades con alta población musulmana es querer discriminar. En Segorbe, por ejemplo, un dirigente del PP dijo que al final algunos “nos tendremos que ir”. Se hizo una manifestación contra las clases de islam y coincidieron personas de derechas con gente de izquierdas. Es preocupante.

Valencia Acoge cuenta con financiación de la Generalitat, el Ayuntamiento o la UE. ¿Hasta qué punto la financiación hipoteca la capacidad de actuación y reivindicación?

Tratamos de tener fondos propios pero ahora dependemos de los proyectos que financia la Administración. Si en un proyecto te dicen, por ejemplo en el del Ministerio de Trabajo sobre discriminación, que sólo puedo registrar casos de gente en situación regular, ¿qué hago con la gente que no tiene papeles? Pues yo cumplo con los objetivos marcados porque necesito tener medios para continuar trabajando, pero no obvio los otros casos. Los registro y no estarán en las estadísticas del Ministerio, pero sí en las de la Generalitat que no me pide esos requisitos. Hay otro registro del Ministerio de Servicios Sociales en el que sí caben los que no tienen regularizada su situación administrativa.

Por Abril Antara

Fotos: @Marga_Ferrer

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