Esta semana vuelve a la pequeña pantalla uno de los mitos más incontestables de la televisión de los noventa: Expediente X. Sin duda uno de los títulos responsables de la extraordinaria buena salud de la ficción televisiva en la actualidad. Pero esto es un espacio dedicado al cómic así que, para celebrar la vuelta de Mulder y de Scully, aquí tenemos una de las incursiones de la extraña pareja del FBI en el mundo de la viñeta. Expediente X: 30 días de noche; un cross-over antológico.
Viendo el título ya os podéis imaginar de qué va la cosa: los agentes más famosos del FBI con permiso de Clarice Starling los agentes del FBI son enviados a la zona polar de Alaska. Una zona de noches eternas donde la nieve y el frío convierten la vida en un tormento. Allí, un crimen atroz despierta las sospechas de los agentes. Todo apunta a una entidad sobrenatural, un asesino de ultratumba que rápidamente nos remite a unos viejos conocidos por estos lares: los vampiros de 30 días de noche.
El cómic va firmado por el autor de la historia original, Steve Niles, un veterano de la pluma que además de en cuestiones de vampiros se ha fogueado personajes muy conocidos como el mismísimo Batman. Junto a él, el apartado gráfico está firmado por Tom Mandrake responsable también del arte de algunos clásicos de DC como Martian Manhunter.
Esta no es, ni mucho menos, la primera incursión del universo Expediente X en el mundo del cómic. Casi desde el principio de la serie hubo un reflejo en viñetas de los personajes creados por Chris Carter. A España llegaron un poco después, tanto a la televisión como al cómic, pero la publicación de tebeos sobre Mulder y Scully se prolongó mucho tiempo después del final de la serie televisiva.
Este Expediente X: 30 días de noche apenas tiene cinco años pero ha sido uno de los cross-overs más celebrados de la franquicia en el mundo de la viñeta. El mundo oscuro de los vampiros encaja a la perfección con aquellas tramas clásicas de la serie en las que, antes de que Chris Carter perdiera la cabeza con las conspiraciones gubernamentales y los hombrecillos verdes, los verdaderos protagonistas eran los monstruitos de pesadilla que todo aficionado al género de terror adora.
Laura Bellver