Fargo: ¿una nueva obra maestra?

Todo comenzó versionando la película homónima de los mismísimos hermanos Cohen y el reto fue superado con sobresaliente, por no decir matrícula de honor. Ahora, llega la segunda temporada con otra historia, unos personajes diferentes y unas esperanzas seriéfilas renovadas.

Lou Solverson – Patrick Wilson – interpreta al padre de Molly, policía protagonista de la primera entrega, en su juventud. Del mismo modo que su hija, este tiene por delante un peculiar asesinato local, ahora ambientado en Sioux Falls (Dakota del Sur) años atrás, en 1979. El gélido paisaje que invita a taparse un poco más con la manta en el sofá, las escenas sangrientas con aires de Tarantino, los personajes pintorescos y las dosis de humor negro no faltan en el primer episodio. La trama ya se intuye, asimismo, deliciosamente enrevesada como en la temporada antecesora, dejando que las piezas encajen poco a poco en lo que bien podría clasificarse como una creación del séptimo arte, pero hecha en capítulos para degustarla mejor.

Los Gerhardt – Otto, el padre de familia; Floyd, su fría mujer; y sus tres hijos: el duro Dodd, el buenazo de Bear y el problemático Rye –, conocidos en la ciudad por liderar el ‘sindicato del crimen’, son presentados como uno de los ejes de la narración; del mismo modo que el joven matrimonio formado por Ed y Peggy – Kirsten Dunst –. Aunque todavía no lo saben, el camino de todos ellos se cruza tras una accidentada noche – o carnicería –en el Waffle Hut, un bar de carretera, con presunta aparición de OVNI incluida. Y sí, lo habéis leído bien. Una vez más, la sensación es que nadie es lo que aparenta en un primer momento, aún siendo complejo de por sí, y que las cosas siempre pueden ir a peor, incluso cuando parten de un punto muy crudo.

En definitiva, Noah Hawley – creador y guionista de Fargo – ha vuelto a inspirarse en los Cohen – que mantienen su posición como productores ejecutivos – para ofrecer lo que apunta maneras de ser otra brillante serie. Así, si os preguntan si queréis verla, no podéis más que responder “Ok, then“, lo cual entenderéis cuando os pongáis a ello.

@LaBellver