“Me gusta sacar el alma de la gente”

Esta semana en 360 Grados Press entrevistamos al fotógrafo de moda José Miguel Mangas, quien ha cubierto pasarelas en España –la Madrid Fashion Week, por ejemplo- y en otros países, como Emiratos Árabes Unidos –desfiles en Dubai-. Su próximo proyecto, la publicación especializada “We are One”, de la que él es el director de fotografía, edita su primer número el próximo lunes.

Tenía nueve años cuando le regalaron su primera cámara, que en aquel entonces era analógica. Todavía no podía saber que ese momento marcaría su futura profesión. “Descubrir que aquel carrete se convertía en imágenes me pareció magia”. Además, creció rodeado de patrones, tijeras, hilos, máquinas de coser y revistas de moda de su abuela y su madre. Ahora el madrileño José Miguel Mangas (@jmiguelmangas) puede decir que por delante de su objetivo han pasado rostros tan conocidos como el de Blanca Padilla, Jon Kortajarena, Bimba Bosé o Karolina Kurkova.

¿Qué tiene el sector que te cautivó definitivamente?
La moda es arte, es creativa. Yo en la moda soy autodidacta y quiero seguir aprendiendo día a día los entresijos de este mundo. Si crees que sabes poco de un tema es la única forma de avanzar y crecer en la materia. Pero me empezaron a gustar los retratos, me gusta sacar el alma de la gente en las fotos, capturar ese instante que será siempre para mí. La moda fue un paso más allá, es la forma de retratar a alguien y ser creativo, que es esencial para mi desarrollo como fotógrafo.

¿Cuál es la labor principal de un fotógrafo de moda?
Nuestra labor es sacar bien la ropa que lleva puesta la modelo y conseguir una estética adecuada para ese “look”. Las modelos son guapas de por sí, la única pega es que muchas quieren salir en su mejor versión y no siempre es posible debido a la estética que yo estoy buscando.

¿Qué peculiaridad o qué característica especial tienen las fotografías del imperio fashion?
En realidad, una buena fotografía de moda no tiene que parecer que te está vendiendo algo. Me gusta que mis fotos tengan una historia, un hilo conductor. Para ello leo bastante, veo mucho cine, me fijo en los detalles de todo cuando voy paseando por la calle… Cualquier pequeño detalle puede darte una idea.

Eres uno de los que compone la nube de fotógrafos que están al final de la pasarela en eventos como la Madrid Fashion Week ¿Cuál es el mayor reto en este tipo de eventos?
Quizás el mayor reto en pasarela sea encontrar la luz adecuada para hacer la foto. Una vez que la encuentras es bastante automático, aunque sinceramente prefiero hacer fotos algo diferentes antes del desfile en la zona de backstage, donde la modelo, normalmente internacional, suele posar con soltura con la ropa que más tarde llevará en la pasarela.

Tu trabajo te obliga a viajar. Recientemente has estado en Dubai, cámara en mano. ¿Qué diferencias encuentras entre trabajar en España y fuera de este país?
La principal diferencia es que fuera está bien considerada la profesión de fotógrafo y aquí en España mucha gente la menosprecia. También hay menos intrusismo de gente con una cámara digital haciendo tu trabajo gratuitamente. En Dubai, por ejemplo, todo son facilidades para una persona que se dedica a la fotografía de moda: apoyo de las marcas, localizaciones, equipo profesional…

Cuando se trata de inmortalizar a una modelo: ¿qué buscas en cada disparo?
Busco un gesto que haga que la ropa salga como quiero y que con el conjunto cree una escena que previamente he visualizado en mi mente. La modelo es un miembro más del equipo y tiene que asumir que es así.

¿Hay algún truco para que se sienta cómoda desde el primer momento?
Me gusta desde el minuto cero comentar con todo mi equipo, incluyendo a la modelo, lo que quiero hacer y el concepto de las fotografías que voy a tomar. Con ella comento cómo quiero que sea la actitud y el acting para que luego en las fotos se vea reflejado. Procuro, además, que esté cómoda y que mi equipo le proporcione cualquier cosa que necesite, ya que se nota mucho en el resultado si una modelo trabaja a disgusto y sin ganas.

¿Alguna anécdota que se pueda contar?
Te puedo contar, por mi experiencia hasta ahora con personas conocidas, que tienes que ser muy rápido haciendo las fotos. A menudo, el resultado depende mucho de tu pericia en el procesado de las imágenes.

¿A quién te gustaría sacarle una buena instantánea?
Me gustaría fotografiar a Kate Moss, como uno de los mayores iconos de la moda de cuando empecé, y como icono actual te diría a Cara Delevingne.

¿Con qué disfrutas más: con pasarelas o con las sesiones fotográficas?
Disfruto con ambas, pero si tuviera que elegir diría que con mis sesiones fotográficas, ya que estoy creando algo mucho más personal y mucho más elaborado fotográficamente hablando.

¿Qué cámara usas y qué lentes?
Una Canon EOS 5D Mark II con tres lentes principalmente: 24-70 2.8L 70-200 2.8L y 50 1.4.

¿Qué opinas del retoque fotográfico del que, por cierto, se suele abusar en este ámbito?
Me gusta retocar mis fotos de manera que no se note que estén retocadas, dejarlas naturales. Pero sí creo en el retoque y creo que es fundamental para encontrar un resultado final bueno.

Estás envuelto en el proyecto de una nueva revista de moda, We are one Magazine, donde eres el director de fotografía. ¿Cuál es la tónica general que detectas en las editoriales de moda en cuestión de estética?
Creo que se está confiando últimamente en la simplicidad de las fotos como modernidad de la fotografía de moda y creo que eso está bien, siempre que tenga algún sentido. Yo estoy a favor de que cada uno desarrolle su estilo personal, ya que todos tienen cabida en WEAREONE, sólo pido que tengan un hilo conductor, una idea bien desarrollada. Yo con este tipo de proyectos me comprometo a tender la mano de la revista hacia ellos.

¿Qué factores son los más importantes a tener en cuenta en este tipo de publicaciones?
Tener las ideas claras, adaptar esas ideas a la temporada y a la estética de la revista y, sobre todo, la comunicación y el trabajo en equipo.

¿Cuál es el secreto para ser un gran fotógrafo de moda?
Un buen consejo que oí de Steve Jobs en un discurso en Stanford fue que siempre hay que tener hambre, que no hay que conformarse. “Sigue hambriento. Sigue alocado” , decía él. Yo lo interpreto de manera que cada día sigo aprendiendo, quiero evolucionar y quiero ser cada día mejor. Creo que este consejo vale para todo en esta vida.

@Lorena_Padilla

Marcos García Martí