Un intento extraño de llevar a cabo una película de cine negro clásico. Con un guión caótico, unos personajes que rozan lo surrealista y un final difícil de comprender, la apuesta es diferente e interesante.
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Con un reparto de lujo, un guión untanto enrevesado y un ritmo lento y alejado de lo que se le presupone a unapelícula de mafiosos, El riesgo del vértigo es un largometraje que me atrevo acalificar de extraño. Dirigida por ChristopherCoppola en 1993, la cinta bien parece rodada en la década de los setenta.Poca luz para un film poco convencional que en su momento pasó desapercibidopara el circuito comercial.
El riesgo del vértigo nos cuenta unahistoria de gangsters concretamente de una familia de gangsters en la que larelación padre-hijo no vale nada. Sólo les mueve el dinero, que consiguen contrapicheos y engaños envueltos en cocaína o diamantes falsos. La trampa siempreestá presente aunque la trama no consigue atrapar del todo al espectador que,por momentos, lo normal es que tenga la sensación de estar viendo una películaque no lleva a ninguna parte o que si lo hace da exactamente igual eldestino. Quizá ahí radique su gran fallo.
En cambio, lo extraño que resulta elrodaje, que parece hecho por aficionados con pocos recursos, y el perfil dealgunos personajes (como el que interpreta NicolasCage) hacen que uno quiera conocer qué se pretende contar y a qué se debeesa manera de hacerlo. La familia Coppolacasi al completo aparece en esta película dirigida por el sobrino de Francis Ford Coppola en la que al finaluno no encuentra respuestas pero tampoco queda del todo decepcionado porque laapuesta es diferente y eso siempre se agradece.
