Antroxu

Los carnavales que celebran los asturianos, desconocidos desde el punto de vista turístico, conservan antiguas y curiosas tradiciones. Desde el jueves de Comadres, el día en que se reúnen las mujeres para pasar una velada de fiesta y descontrol, hasta el martes, con el entierro de la sardina, Asturias se pone la careta para vivir unas fiestas diferentes.

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Antroxu es el nombreen asturiano con el que se conoce a las fiestas de carnaval. Avilés y Gijón sonlas dos ciudades donde se celebra con más entusiasmo. En Avilés, su día grandees el sábado, cuando se realiza el Descenso Internacional y Fluvial de Galiana,una calle peatonal que se llena de espuma y agua para que desciendan por ellalas carrozas diseñadas por vecinos. En Gijón, la fiesta, declarada de interésturístico regional, es el martes aunque es la víspera cuando la ciudad revienta.La traca final llega con el entierro de la Sardina.

 

El pistoletazo desalida al Antroxu lo da siempre la noche de lescomadres. El jueves antes del martes de Carnaval es el día de las mujeresque se reúnen para merendar, bailar, cenar, hablar y, sobre todo, pasarlo bien.La tradición, que no se sabe muy bien cuándo nació, se celebra ahora en losconcejos de Siero, Langreo, Gijón, Avilés y Oviedo, los más poblados deAsturias. Muchos restaurantes hacen menús especiales de Comadres, donde solo acuden mujeres aunque las puertas estánabiertas a todos. Otra cosa es la noche. Los bares de copas se convierten en lomás parecido a la sabana africana de los documentales de La2. Ellas se dejanquerer por ellos, ellos están a la caza y no es inusual que aparezcan laspeleas de machos para demostrar su hombría ante las hembras. Eso no es laesencia de les Comadres perodesgraciadamente la tradición cada vez se ha inclinado más por esta vertientecochambrosa, lo mismo que las veladas de mujeres que concluyen con unstreaptease.


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El viernes hayresaca. Es el día de ultimar el disfraz y planificar dónde empezar a disfrutardel Antroxu. De oriente a occidente, en Asturias hay ofertas para todos losgustos pero, sin duda, la cita importante es el sábado en Avilés. Este año secelebró la vigésimo quinta edición del Descenso Internacional Fluvial deGaliana. Hasta 21 artilugios rodaron calle abajo entre espuma y jolgorio. ¿Porqué ese descenso? Silverio González, uno de los ideólogos de la fiesta,recuerda que él y el “resto de liantes practicábamos piragüismo y durante undescenso por el Cares, hablamos de ello hasta que nos decidimos a hacerlo enGaliana. Algunos llevábamos negocios de hostelería, buscamos ayudas y noslanzamos”. La idea fue un éxito inmediato. Más cerca de la anarquía que de unaprueba organizada, el Descenso de Galiana ha cambiado mucho. [Img #14715]
“Llegaron a bajardoscientos artilugios y hoy lo que bajan son unas borracheras tremendas”,lamenta. Este año además de alcohol hubo marihuana. Con la excusa del‘hippismo’, la temática de esta edición del Antroxu avilesino, la ‘bellaMaría’, como fue bautizada por las peñas participantes, se paseó por la ciudaden forma de planta gigante y hasta un inmenso canuto lució en los labios deScooby Doo con cara de haber sobrepasado su consumo, eso sí, siempre para finesterapéuticos por eso de evitar más polémica de la ya suscitada.


El domingo es el díade las charangas, los pasacalles y el desfile de carrozas. El másmultitudinario es el de Gijón, aunque este año, por culpa de la lluvia tuvo queser suspendido. Más de uno debió aprovechar y acudir a la manifestación contrala reforma laboral, convocada en la misma ciudad a la misma hora y que reunió,según los organizadores, a más de cuarenta mil personas. Esos sí dieron la cara(en este asunto no hay ganas de disfraces ni caretas).


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Como novedad, esteaño, hasta treinta negocios hosteleros de Gijón compitieron durante el Antroxupor diferenciarse como el mejor local disfrazado de la ciudad. La propuesta,impulsada por Gijón Turismo y Hostelería de Gijón, también incluía potenciar elsector a través de uno de los postres por antonomasia de este periodo del año:los frixuelos. Durante una semana se pudieron degustar en sus dos vertientes:dulces o salados (crepes).


En la competición allocal mejor disfrazado, siempre con temática carnavalesca, se establecieronunos premios en metálico para motivar a los participantes quienes dieronmuestras de su ingenio y creatividad. Alguno convirtió la sidrería en untanatorio, otro introdujo un barco en el restaurante y todos trataron de darrienda suelta a la imaginación. Brillante iniciativa.


El lunes es el díagrande en Gijón. La gente se disfraza y sale de noche aprovechando que elmartes es fiesta local. Con la estatua de don Pelayo, la enseña de la ciudad,engalanada para la ocasión, los gijoneses disfrutan del día más loco del año.Tras un multitudinario desfile, la fiesta continúa hasta  bien entrada la madrugada. Es raro ver aalguien vestido de calle. El disfraz manda: desde el casero hasta el comprado‘en los chinos’. Hay de todo y para todos los gustos.


Tanta juerga sólopodía acabar de una forma, en entierro. Los gijones se agolpan en masa en losaledaños del puerto deportivo para despedir el Carnaval procediendo altradicional entierro de la sardina. Se cierran seis días de desenfreno y seabre la imaginación para tratar que el espíritu antroxeru siga vivo.


Manolo Gil

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