El podenco ibicenco: el perro estratega

Conocemos la raza autóctona de la isla y sus facultades para la caza de conejos

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Además de los emblemas que han concedido a Ibiza su fama mundial, tales como las playas, la fiesta o la historia multicultural que la alimenta, la isla esconde otro secreto: el podenco ibicenco (ca eivissenc), su raza autóctona de perros cazadores. Una de las más antiguas de España, desembarcó en la isla desde Egipto en la época de los fenicios, hace más tres mil años. En Ibiza, los podencos ibicencos encontraron una población numerosa de conejos, donde desarrollaron el don especial que les hace imprescindibles para los cazadores isleños. Como una especie de comuna, la principal característica de este perro es su capacidad estratégica para cazar en familia, de tal forma que consiguen arrinconar a la presa hasta darle caza. 360gradospress ha compartido con el presidente de la Associació de Criadors des Ca Eivissenc d’Eivissa i Formentera, Antonio Serra, las particularidades de un perro marcado por el estigma de la isla.

“Puede ser blanco por completo pero nunca marrón. Si es marrón tiene que tener el collar blanco, la cabeza tintada, el final de las patas blancas y siempre la punta del rabo blanca. Si no tiene la punta del rabo blanca no es un podenco ibicenco”. Serra describe de esta manera las principales señas de identidad del podenco ibicenco, un animal noble, de cuerpo atlético y resistente que es conocido en toda la isla por su habilidad para la caza del conejo. Actúan de forma coordinada con sus congéneres y un cazador puede ir acompañado hasta de diez ejemplares de podenco. “Es la única raza que existe que tiene una estrategia de caza en equipo. De forma innata tiene una facilidad enorme para encontrar al conejo y buscar la caza. El podenco que levanta la presa tiene que ladrar y marcar la dirección hacia donde huye el conejo. Los demás paran la búsqueda inmediatamente y acuden a ayudarle. Después van cortando el camino por delante del que ladra y así consiguen encerrar al conejo y atraparlo. Es algo que no se les enseña, forma parte de su genética y de su forma de cazar”, explica el presidente de la asociación de criadores.

A pesar de dirigir desde hace cinco años el destino oficial de la población de podencos ibicencos, con un árbol genealógico que registra una población superior a los 700 ejemplares, Serra dice que para la cría y la venta “tenemos un problema en la isla, ya que no existen criadores como tal, son todos cazadores, por lo que es difícil que se críe para vender”. Un ejemplar de podenco autóctono supera los 600 euros, “nos llaman y preguntan para comprar desde todo el mundo. En nuestra página web recibimos visitas de México, Canadá, Inglaterra, Alemania… y hay miles de clubes de podencos ibicencos”, subraya el especialista. Según Serra, la asociación está amparada por el Real Decreto 558/2001, que regula las razas puras de perros españoles.

Campeonato en Villarrobledo
Este año, la asociación organizará fuera de la isla el campeonato de trabajo de podencos ibicencos y una de sus dos exposiciones anuales. El lugar escogido ha sido el recinto ferial de Villarrobledo (Albacete), donde se elegirá al mejor podenco ibicenco de 2008. El motivo de convocar por primera vez el certamen lejos de Ibiza descansa en que “tenemos la necesidad de salir porque fuera hay mucha afición y les supone un gasto excesivo tener que cargar los perros, venir a la isla, donde desconocen también el terreno y les resulta más difícil”, explica el presidente, quien añade que “ya hay varias collas inscritas: dos de Tarragona, una de Almansa, una de Castellón, otra de Ávila, nueve collas de Ibiza, dos de Formentera… reuniremos a unos 400 podencos ibicencos”.

La inmunidad del podenco
La antigüedad en su procedencia de la que hace gala el podenco ibicenco, le convierten en un animal fuerte, inmunizado contra enfermedades que para otros canes pueden suponer la muerte. Por este motivo, especialistas procedentes de la península viajan periódicamente a Ibiza para sacar muestras de sangre y conocer, por ejemplo, “cómo su sistema inmunitario ha desarrollado defensas incluso contra la Leishmaniosis canina, una enfermedad que mata a casi todas las razas. Desde hace cuatro años, por ejemplo, un laboratorio de Madrid viene a la isla cada mes de agosto para sacar sangre a los animales porque quieren saber cómo son sus defensas contra esta enfermedad”, aclara Serra.

Este perro fiel de la isla alberga una esperanza de vida de entre 10 y 12 años y es válido para la caza desde los seis meses hasta los 7 años de edad.

S.C.

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