Yoga, un universo por explorar

 

Enero es el mes de los nuevos propósitos. De hacerse un listado interminable de nuevas acciones que emprender el nuevo año, entre las que figuran cada vez de forma más frecuente la práctica del yoga. En la actualidad existen más de cincuenta disciplinas diferentes, cada una de ellas con un enfoque distinto. La elección de la misma dependerá del día, del estado emocional, mental o físico, del objetivo que queramos conseguir o incluso de la etapa vital que vivimos. Esta semana en 360 Grados Press hablamos con el centro The Yoga Box, pionero en traer a España lo mejor del modelo de estudio “boutique” londinense.

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El proyecto The Yoga Box que se encuentra ahora afincado en Valencia se fraguó en Londres, donde sus fundadores se conocieron practicando yoga. Juan trabajaba como arquitecto, compaginando la oficina con sus clases como profesor de ashtanga yoga, y conoció a Natasha que trabajaba en eventos y llevaba años practicando yoga de forma constante.

Tras una larga estancia en la capital británica y siendo testigos de la popularidad que este deporte había alcanzado en la ciudad en los últimos años, ambos decidieron emprender esta iniciativa, que pretende llevar a Valencia lo mejor del modelo de estudio “boutique” londinense, ofreciendo una gran variedad de disciplinas, un horario flexible, un equipo muy preparado, una atención exquisita y un espacio cuidado al mínimo detalle. No buscan, por tanto, ofrecer únicamente clases de yoga y pilates, sino enseñar a vivir una experiencia con los cinco sentidos desde que se entra hasta que se sale del centro y con la que sentirse mejor, tanto por dentro como por fuera.

“Nos hemos propuesto desbancar mitos sobre la excesiva espiritualidad del yoga desde una posición neutral entre cuerpo y mente, dando a conocer la práctica y los beneficios de una amplia variedad de disciplinas. No importa la razón por la que se venga a practicar, importa el resultado: sentirse mejor por dentro y por fuera”, explica Juan. Tampoco es relevante la edad, la condición física o la experiencia ya que ofrecen clases de distintos niveles y con diferentes enfoques.

Vivimos en un mundo, en el que todo va muy deprisa, una sociedad exigente que se basa en cumplir objetivos. Físicamente estamos en un lugar mientras que nuestra mente suele estar en otro distinto, lo que aumenta los niveles de estrés y ansiedad. El abanico de las distintas disciplinas que abarca el yoga comprende desde las prácticas más atléticas y dinámicas (“yang”), como el ashtanga o el rocket yoga, hasta otras más pausadas (“yin”), como el yoga restaurativo o el yin yoga. Hasta otras más curiosas como el Bikram Hot Yoga, que se practica a 40 grados con un 40% de humedad. Se realizan 26 posturas y dos ejercicios de respiración con repeticiones de dos. No es necesaria la flexibilidad, porque la dificultad se adapta a tu nivel y edad. Las clases tienen una duración de 90 minutos y las diferentes posiciones pertenecen al tipo ‘Hatha yoga’.

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“Con este tipo de prácticas se trabaja la consciencia y la vivencia del momento presente a través del cuerpo, la mente y el nexo entre ambos: la respiración. Su práctica es como un “reset” en nuestra rutina diaria, un momento en el que dejar a un lado las distracciones de la mente y volver a conectar con uno mismo”, señala Natasha, co-fundadora del centro.

El yoga cuenta con múltiples beneficios para la salud, tanto a nivel físico como mental. En el ámbito físico ayuda a potenciar la tonificación muscular, aumenta la fuerza y flexibilidad, corrige las malas posturas, mejora el funcionamiento interior del cuerpo, libera toxinas, permite perder peso y tener un mayor control, consciencia y mejora de la respiración, así como control corporal.

Desde el punto de vista mental, esta disciplina deportiva aumenta la concentración, la estabilidad emocional, el autorreconocimiento, la claridad mental, la capacidad de decisión y ayuda a reducir la ansiedad y el estrés. Los efectos de una práctica constante que se extrapolan a nuestra vida diaria, mejorando otros ámbitos como el rendimiento laboral, la relación con otras personas o la vida sexual.

Una disciplina en auge

Aunque no hay un registro estadístico de la creciente popularidad del yoga en Europa y en España si se analizan los números en Estados Unidos, según el último informe con información sobre yoga en 2016, se puede entender fácilmente lo ocurrido en las grandes capitales europeas en los últimos años.

El porcentaje de estadounidenses asiduos a la práctica ha pasado del  8% al 15% del 2012 al 2016, casi el doble, y el 28% de americanos han practicado yoga alguna vez en su vida. Mientras que, el 34% de los residentes en América afirman que lo practicarán probablemente en los próximos 12 meses y las tres razones principales son: el disfrute del yoga en sí mismo, los beneficios en la salud y la liberación de estrés. Así que si todavía no lo has probado, querido lector, aquí tienes la oportunidad para hacerlo y conectar contigo mismo.


Inma Gabarda

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