El arte de torear ha maravillado a infinidad de fotógrafos por su plasticidad y colorido. La parte trágica y también la del triunfo, según el filósofo alemán Nietzsche, son intrínsecas a las corridas de toros; dos vertientes que han despertado el interés de los profesionales de la fotografía. Y, desde luego, Anya Bartels-Suermondt es una de ellas. La periodista y fotógrafa alemana ha buscado una imagen, esa instantánea en la que quede congelada, encuadrada la grandeza de José Tomás, una grandeza que trasciende lo taurino y traspasa fronteras. Así comenta para 360 Grados Press cómo y cuándo el diestro madrileño se convirtió en su principal objetivo.
¿Cuándoy cómo decidió seguir a José Tomás? ¿Qué fue lo que más le llamó laatención?
Sigo a José Tomás desde la primera vez que le vi en el ruedo, en1996. Me impactó su personalidad intensa y carismática, su aura y su forma deser. Él da una sensación de pureza y verdad en cualquier circunstancia, en unaplaza de toros y fuera de ella. Lo conocí después de una tarde triunfal enBarcelona, cuando me invitó a cenar, y de nuevo en la mesa, me impactó supersonalidad. Muchas veces, me parece una de esas estrellas de películasantiguas, en blanco y negro, que tenían un empaque y una fascinación muyparticulares. José Tomás tiene ese carisma singular brutal, como las estrellas dela pantalla de aquella época.
¿Por qué José Tomás?
Porque esel que más me emociona, el que más me hace sentir, más me hace aprender y másme llena de felicidad en una plaza de toros. A mi juicio, es uno de los mejoresartistas de los últimos siglos, incluyendo maestros de la pintura, de la músicao de la literatura.
Usted es alemana, perovive en Madrid, ¿cuándo se aficionó a los toros?
Llegué a Madrid en 1995, al lado de mi entoncesmarido, y me quedé en España por su gente y por su cultura. En principio,pensaba estar aquí un año, pero ahora ya llevo 16, sobre todo, por lostoros. Cuando llegué, no hablaba español, ni conocía a nadie, paseaba porlas calles y plazas tratando de entender dos mundos nuevos para mí: España y eltoreo. Mi vida cambió radicalmente. En Alemania tenía dos programas de televisión,uno de política y otro de cultura, y me pasaba todo el día en estudios degrabación con mi equipo. ¡Y de pronto, estaba sola en Madrid sin podercomunicarme con nadie! Una vez en España, encontré en la gente taurina unaamabilidad y una paciencia asombrosas; me llevaban, me traían, me explicaban,me ayudaban, etcétera. El arte del toreo es el mundo cultural más importante,auténtico y único que he tenido la suerte de conocer. Y lo mío con los torosfue amor a primera vista.
Supongo que estar tan cercade José Tomás le habrá permitido conocerle, ¿cómo es y cómo le definiría?
Como undiestro extraordinario, sobrehumano, único, en ocasiones “extraterrestre”. Esmucho más que un torero. Es un embajador, un ejemplo de una forma de ser, deuna ética verdadera que, hoy por hoy, cuesta encontrar. Como persona, ledescribiría como un hombre amable, sensible, sincero, sencillo y discreto.Dentro de lo mágico y único que es José Tomás creo que es a la vez unapersona muy “normal”. Es encantador, muy buena gente, culto, lector, amante dela música, con mucho interés por aprender de otros mundos, y muydedicado a los demás, tanto con su toreo y sus ideas en general, como luchando a través de su fundación. Porejemplo, contra la violencia de género, apoyando la educación de niños,ayudando a los menos favorecidos
José Tomás es, en mi opinión, un ejemplo de torero “a la antigua”, que sabemanejarse perfectamente en un mundo moderno.
¿Cómoha vivido usted su retirada y su vuelta a los ruedos?
La retirada, ¡esperándole! Y la reaparición, conuna emoción, un sentimiento y una alegría descomunal. El 17 de junio 2007 en LaMonumental de Barcelona fue uno de los días más emotivos de cuantos he vivido.Cuando José Tomás llegó y arrancó el paseíllo, se pararon los relojes, la plazaestaba hecha un huracán de emociones y a mí me temblaban las manos de talmanera que ¡mucho me temo que la mayoría de las fotos de aquel día histórico mesalieron desenfocadas!
¿Hacambiado su perspectiva a la hora de fotografiarle desde la cogida de JoséTomás en Aguascalientes?
Sí. Sigo siendo receptiva a la belleza y a lapoesía que hay en el ruedo, pero paso más miedo cuando torea José Tomás. Desde aquelpercance, soy más consciente de que la muerte es parte de la vida.
De todas las fotos quele ha hecho, ¿cuál ha sido la más emotiva y la más difícil?
Quizás entre las más emotivas estén las querealicé durante la corrida del 5 de junio de 2008 en Las Ventas (Madrid).Vivimos un día tan indescriptible, que los que estuvimos allí jamás lo olvidaremos.
Y las más difíciles diez días después: el 15 de junio de 2008 en Las Ventas. Cortó tres orejas y sufrió tres cornadas; otra tarde de gloria pero dos horas ymedia jugándosela el torero a cara o cruz. También las imágenes del 5 de julio de2009 en Barcelona, cuando mató seis toros en solitario. Aquellas tardes fuerontremendas por el acontecimiento que suponían, la responsabilidad y lascaracterísticas de los toros, que requerían un esfuerzo francamente sobrehumanopor parte de José Tomás. Ese esfuerzo se reflejaba en su rostro y a losespectadores se nos metió en la retina, de manera que resultaba difícilmantener la calma con la cámara en mano.
¿Cómolleva usted el tema de que José Tomás toree tan poco?
Creo que no torea “tan poco”, al contrario, toreamuchísimo justamente porque su toreo es profundo y verdadero.
¿Estuvousted en Nimes hace dos semanas? ¿Cómo vivió esa jornada triunfal?
Salvo en asuntos familiares o en el amor, ¡jamás, jamás hepresenciado y sentido algo tan grande y emocionante! ¡Fue grandioso, lo nuncavisto y sentido, lo soñado, pura vida! No hay manera de explicarlo conpalabras, así que tampoco lo intento.
¿Quétoreros despiertan su interés?
Siento una gran fascinación por Morante de la Puebla. Me gustanlos toreros de arte. Los diestros son artistas, pero algunos lo son más.También me atrae la gran expresión artística de José María Manzanares. Y ojaláhubiese llegado antes a España para ver en activo a Rafael de Paula.
¿Cuálha sido su última exposición? ¿Tiene alguna preparada?
Presenté dos muestras en Madrid durante San Isidro: unasobre José Tomás, Torear es Vivir, yotra con el título De Toreros, Cigalas,Sabinas y Calamaros. En la segunda uno mis dos pasiones: la música y el toreo.Se trata de una especie de “mano a mano” entre la “músicacallada del toreo” -con imágenes taurinas- y “la música soñada”-con imágenes de El Cigala, Sabina y Calamaro-. Ahora tengo variasideas en mi mente para la próxima exposición, pero están por concretar.
En cuanto a sus libros,destaca José Tomás: Serenata de un amanecer, ¿por qué esetítulo?
“Serenata”, como metáfora, muestra mi empeño por comparar lasobras de arte de José Tomás con una pieza de música. Además, justo cuandoestaba a punto de publicar el libro y pensando ya en el título, volví de Méxicodonde, después de una gran tarde de toros de José Tomás en León Guanajuato, elmaestro, la cuadrilla y sus amigos los Mariachi Imperial Azteca acabamoscantando rancheras hasta altas horas de la noche. Entre otras, “Serenatasin luna”, que fue la que me dio la idea.
Y lo de “amanecer” lo escogí portratarse de un libro en homenaje a la vuelta a los ruedos de José Tomás en2007. Esta otra metáfora simboliza lo que el maestro nos regaló con su reaparición:luz, calor y un nuevo comienzo, semejante al de un “amanecer”.
¿Cuáleshan sido sus referentes en el campo de la fotografía?
Los dos grandes maestros Richard Avedon y Alberto Garcia-Alix.
Recientemente, Francia ha blindado la fiesta de los toros,¿cómo valora esa decisión?
Me parece magnífico. Y me pareció, una vez más, absolutamenteirritante que una minoría, en este caso en el sur de Francia, quisiera prohibirlos toros. Estas personas nos quieren decir a qué tipo de espectáculos tenemos permisode asistir y presenciar, lo cual me parece francamente infumable. Este”prohibir” tan inaceptable me recuerda a épocas oscuras tanto en mi país, comoen España, y lo considero como un atentado a nuestra libertad personal deelegir y vivir pacíficamente nuestras posiciones, aficiones y culturas.
Laura Bellver