A medianoche, escrita por David Greig y Gordon McIntyre, desembarcó este verano en Madrid tras su éxito de crítica y espectadores en el Reino Unido. Bajo la dirección del italiano Roberto Romei, Itziar Atienza e Iñaki Font dan vida a una obra dinámica, vitalista y divertida. Una buena excusa para huir durante hora y media del calor de verano y sumergirse en el teatro. Como no podía ser de otra forma, a medianoche.
Sólo con pasar de la calle al interiordel teatro Madrid se transforma derepente en Edimburgo. Y la ola decalor de agosto da paso a una fina lluvia escocesa. Sobre el escenario dospersonajes muy distintos, pero igualmente perdidos en ese tránsito entre laeterna juventud y la madurez. Esa crisis que despiertan los treinta y que seacentúa con la cercanía de los cuarenta. Bob(Iñaki Font) es un granuja de medio pelo, un músico callejero frustrado quevive de negocios dudosos. Helena (ItziarAtienza) es una joven abogada de carrera que ve cómo pasan los años sinencontrar una relación fija.
Un encuentro casual a medianoche en unpub cool de Edimburgo, donde Bobespera desubicado a una especie de capo mafioso y Helena es plantada en una cita, despertará la magia de la noche deSan Juan en la ciudad escocesa. El sexo y el desenfreno darán paso a las dudas.Y a los miedos. Pero la rueda del destino ya ha tomado una decisión. Aunque seempeñen en huir el uno del otro la ciudad les acaba uniendo como por arte demagia.
Entre diálogos llenos de chispa, cancionesy el papel de narrador que se intercambian sucesivamente los personajes, losapenas setenta espectadores que han dejado las calles de Madrid para viajar aEscocia dentro del Teatro Maravillasvan metiéndose poco a poco en la historia, enamorándose de Bob y Helena, con sus virtudes y sus muchos defectos, y soltandocarcajadas cada vez más grandes. Al principio tímidas. Como con miedo adestacar entre el poco público. Luego ya sonoras. Imbuidos por la magia de laobra.
La gracia natural y el desparpajo de Iñaki Font y la belleza de una sexy Itziar Atienza, capaz de llenar elescenario con su sonrisa, añaden un extra a una obra con ingredientessuficientes para triunfar entre el gran público. Y es que, en medio de ladepresión y la crisis que parece atravesar el país, está bien que alguien nosrecuerde, entre canciones y humor, que el cambio es posible. Que al final de laespesa niebla que parece envolvernos, siempre hay un rayo de luz esperándonospara devolvernos con su calor a la vida. Incluso en una medianoche de la fríaEdimburgo.
Teatro Maravillas (Manuela Malasaña, 6de Madrid). Jueves 22:30 horas, viernes y sábados 23:00, domingos a las 22:00horas. Entradas desde 18.
Estefanía G. Asensi