El Gobierno de España cuenta con un departamento desconocido hasta la fecha. Sus funcionarios viajan atrás en el tiempo a través de una red de puertas que vigilan y emplean para garantizar que ningún intruso reescriba la historia a su antojo. Parece que este original planteamiento ha conquistado a la audiencia.
Dos parejas de edad media observan el retrato de Rodolfo Sancho que pende de las paredes de un museo con motivo de una exposición sobre cine. “¿Habéis visto la nueva serie de este chico?“, pregunta uno de ellos. “No, pero me han dicho que está muy bien“, responde otro. Este arranque está basado en hechos reales. Tanto, como que El Ministerio del Tiempo el nombre de la producción en cuestión goza de una puntuación de 7 en el portal FilmAffinity cuando se escriben estas líneas, lo cual no es nada desdeñable.
La primera temporada, que consta de ocho capítulos, ha sido un éxito nacional, como bien predijo Alberto Rey. “Muy mal tendrían que ir las cosas en los próximos episodios para que no estemos ante una de las series del año“, escribía el autor de Asesino en serie el día anterior al estreno del primero. Todo ello, a pesar de los vaivenes que la pobre ha sufrido en la parrilla durante las últimas semanas. “¿Se trata de la mejor serie con peor suerte de la televisión?”, planteaba el periodista Pere Solà Gimferrer. Quizá, todavía es muy pronto para responder con seguridad a esto, pues no se sabe qué le deparará los caprichosos designios de la programación a otras.
No obstante, de lo que no cabe duda es de que los hermanos Olivares, creadores y guionistas de la criatura, han hecho bien algunos deberes. Por ejemplo, “el atrevido acercamiento sin pudor a figuras históricas y literarias“, según define Javier Meléndez Martín, también profesional del guión. Asimismo, a ello se suman los toques de humor en clave española, pero sin caer en un exceso castizo, o la falta de complejos por plantear una serie de fantasía y aventuras en la televisión española con grandes aspiraciones, lo cual no se había visto hasta la fecha.
Sí, unos cuantos recursos más ayudarían a que El Ministerio del Tiempo se acercara a la calidad de efectos a la que ya estamos acostumbrados a tener en cuenta que sus capítulos cuestan 600.000 euros frente a la media de 6 millones de dólares de Juego de Tronos . Sin embargo, tal cual es ha logrado un “fenómeno sin precedentes“, en palabras de Daniel G. Aparicio, con motivo de la respuesta de los fans, quienes ya se hacen llamar ministéricos y se han movilizado por una segunda temporada, la cual ha sido confirmada.
Todo esto explica por qué la gente habla de un nuevo ministerio, ¿o no?
Laura Bellver