Descubrimos una fórmula internacional que garantiza empezar al menos una jornada al mes cargados de motivación, nuevas ideas y energía, pues se aplica entre magdalenas, tostadas, galletas y demás manjares matinales.
Había escuchado sobre ello y pensó que alguien autóctono lo pondría en marcha en Barcelona tarde o temprano. Sin embargo, pasado un tiempo prudencial, el portugués Vasco Mourao se decidió a tomar la iniciativa en dicha ciudad, así que envió un mail a la organización y empezó en septiembre de 2012. Algo similar ocurrió poco después en Madrid, donde un equipo encabezado por Carmen Bustos, quien es fundadora de la consultoría de diseño Soulsight, comenzó su andadura a principios de 2013. Y, más recientemente, se ha hecho lo propio en Valencia: Marcel Kalveram lanzó el pasado mes de enero la correspondiente réplica, sumando así una localización más al mapa de Creative Mornings, un proyecto que originalmente vio la luz en el barrio de Brooklyn en 2008 de la mano de Tina Roth, la creadora del estudio swissmiss, y que ahora ya cuenta con más de un centenar de ubicaciones por todo el mundo.
Cuando la sencillez y el éxito van de la mano
“Un desayuno y una breve charla un viernes al mes. Las citas son siempre gratuitas y están abiertas a cualquier persona“, sintetiza el concepto Lisa Cifuentes, responsable de comunidad desde la sede de Nueva York. Entrando más al detalle, también podría decirse que se trata de una serie de encuentros que sirven a modo de foro para todos los interesados en la creatividad en su sentido más amplio. Todo ello, siguiendo una temática que se establece globalmente para cada nueva reunión. Esta propuesta, por tanto, no es sólo una excusa para salir del puesto habitual de trabajo una vez cada treinta días para ser invitado a un café, sino que va más allá propiciando sinergias tanto profesionales como personales. Siguiendo con las palabras de Lisa: “Por ejemplo, a mí me encanta porque ahora sé que cuando viajo puedo recurrir a los anfitriones para saber si hay algún evento en marcha en su ciudad. Y, si no, siempre puedo comprobar en nuestra web si hay personas interesadas en reunirse“.
Una contrapartida en todas las direcciones
De esta forma, las conexiones a cualquier escala no tardan en establecerse, como tampoco lo hacen en sucederse las ventajas para las participantes, de ahí que la red de Creative Mornings no haya dejado de crecer desde un principio. “Los ponentes tienen un espacio en el que compartir su idea y ponerse a prueba; donde comunicar algo de lo que normalmente no se habla, su proceso creativo; de contestar a las preguntas de los diferentes públicos; etc. Por parte del público, el evento reporta una inspiración matutina, es decir, un espacio en donde el objetivo no es producir, sino escuchar y abrir tu mente a nuevas visiones; un momento para conectar con otras personas con los mismos intereses, para tener la oportunidad de conocer a un ponente en persona de una forma más directa y, además, para inspirarse a través de las historias de otros“, argumenta Álvaro Martínez, miembro del grupo madrileño.
No es cuestión de requisitos, sino de compromiso
Al igual que hicieron los anfitriones españoles, formar parte de Creative Mornings pasa por remitir una solicitud a la central neoyorquina, la cual realiza una entrevista vía Skype para conocer mejor al interesado, quien siempre recibe una licencia de un año a modo de prueba en su ciudad y es asignado a un veterano para que le oriente durante el proceso inicial. Asimismo, con vistas a que la continuidad sea factible, es recomendable constituir un equipo de voluntarios que ayude a llevar a cabo todo lo que implican las charlas, desde encontrar a un protagonista mensual hasta establecer un lugar, pasando por editar y compartir las fotografías y los vídeos de cada edición en la web oficial. En lo que a asistencia se refiere, la única condición es inscribirse en cuanto se abre la convocatoria para facilitar una previsión a los organizadores. Según indican los entrevistados, las citas españolas rondan una media de 50 personas. Aún andan lejos de los centenares que llenan cines o teatros en otras ciudades del mundo, pero van por el buen camino hacia la consolidación.
El sentimiento de comunidad a nivel mundial
Nueva York acogió el pasado mes de octubre la primera cumbre internacional de esta iniciativa, en la que se dieron cita los cerca de 175 organizadores que la integran. El objetivo no era otro que trasladar al plano presencial las relaciones que ya se habían establecido previamente de forma virtual a través de Facebook o de Basecamp, así como originar otras nuevas y fomentar un enriquecimiento mutuo. “Es una estructura muy sencilla, una charla de 20 minutos con 10 minutos a continuación para preguntas, pero cada ciudad lo monta como puede o como quiere y eso es muy interesante, porque pudimos compartir experiencias diferentes. Además, todos los implicados son un tipo de persona muy especial: abierta y que se involucra desinteresadamente por hacer algo grande“, matiza Vasco. En definitiva, Creative Mornings se ha sumergido en una dinámica de renovación continua que no hace más que fidelizar a propios y a extraños, alcanzando en la actualidad 700 voluntarios, aproximadamente, y más de 10.000 asistentes en total.
Sin prisa, pero sin pausa
Con todo, la sociedad está extendiendo su definición de creatividad progresivamente y las miradas distintas o que salen del estándar establecido han encontrado un espacio en el que, como mínimo, son tomadas en consideración. Es por ello que, a pesar del volumen de trabajo que conlleva, todas las voces coinciden en apuntar que les merece la pena hacer funcionar la maquinaria de Creative Mornings. Y estas también suenan al unísono cuando de aspiraciones para su proyecto local se trata. “Nos gustaría alcanzar un público más grande, pero no hace falta forzarlo. Preferimos crecer lentamente y a un ritmo sano. Cada vez recibimos más feedback en la prensa y de gente que quiere involucrarse como voluntario. Como es un evento sin ánimo de lucro, no tenemos urgencia tampoco para ampliarlo. Por el momento, trabajamos para establecer la marca y para que sea reconocida por su calidad de ponentes y por un buen nivel de organización“, concluye Marcel. Así, parece que los desayunos se van a consolidar ciertamente como la comida más importante del día, y no sólo por motivos nutricionales.