Hay vida después de la paella

El municipio valenciano de Torrent celebra la primera edición del concurso de arroz ‘rossejat’

Redacción, Valencia. Existe la fama en el Mediterráneo, especialmente en Valencia, del plato de paella. En este punto de la geografía española, cualquier pretexto es bueno para hacer una comida numerosa alrededor de un arroz. Pero no sólo de paella vive la gastronomía valenciana. El pasado 3 de febrero, con motivo de la festividad de San Blas, Torrent organizó el primer concurso de ‘rossejat torrentí’, esto es, un arroz cocinado al horno con el aditamento de una especie de bola de sabor entre dulce y salado procedente del fondo de cocina o de las viandas utilizadas en el cocido tradicional.

Rossejat es el término que designa al producto que es dorado o tostado al fuego. En la jerga gastronómica valenciana, se emplea para referirse al arroz que se cocina al horno hasta que adquiere ese aspecto crujiente que hace las delicias de los paladares más exigentes, incluso de aquellos que sólo pensaban que en la zona del litoral mediterráneo entendían de paellas. La festividad de San Blas (Sant Blai para los locales) congregó el pasado día 3 a numerosos expertos en la materia, con motivo del primer concurso de arroz ‘rossejat’ que, si bien se elabora en otros puntos del Mediterráneo, en este municipio valenciano tiene la denominación de torrentí por el aditamento dulce y salado que se la añade, como una especie de bola que pone la guinda a un plato con el que los asistentes se chuparon los dedos.

Vicent Hernández

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