Existe un espacio en el que los imposibles se baten día tras día. Realizar acrobacias mientras se está suspendido en el aire o desafiar la ley de la gravedad a base de equilibrio y de fuerza son algunos de ellos. El truco reside, sencillamente, en el trabajo. 360 Grados Press ha visitado uno de los pocos lugares donde los profesionales circenses tienen la oportunidad de probar y ensayar su valía.
Es un díafestivo, sí, pero el Parque de Cabecera de Valencia está más abarrotado de lohabitual. La gente se amontona alrededor de un escenario improvisado a ras delsuelo. En su centro, un carismático artista hace lo propio para superar eldesafío de arrancar una sonrisa a todos los presentes, los más seriosinclusive. Los espectadores se cuentan en cientos. Finalmente, todos ríen.Danza, malabares y piruetas dan continuidad al espectáculo. Éste es uno de lostantos organizados por la Asociación Valenciana de Circo (AVC), un colectivoque desde hace una década se esfuerza porque la sociedad se familiarice con unnuevo concepto de este arte. “Nacimosporque quisimos regular el arte circense en Valencia. Hasta el momento solohabía un circo tradicional, pero no de la rama contemporánea. Ésta surgió haceunos 15 años en España, cuando un montón de artistas se juntaron, quitaron losanimales y fusionaron el teatro físico con técnicas de circo clásicas y otrasdisciplinas. Salimos un grupo muy fuerte para desarrollar y mostrar eso enValencia“, explica Gonzalo Fernández, socio fundador de la asociación.
Actualmente,la AVC cuenta con unas instalaciones en la localidad de Alboraya. Muchascompañías guardan allí su material, entrenan y “desarrollan los músculos de la creatividad“, como lo defineGonzalo. Así, este espacio no solo se trata de un punto de encuentro, sinotambién de una salvación para todos aquellos profesionales que quierendedicarse a esta rama artística en la ciudad. Porque el nuevo circo cuenta conuna cierta tradición en otros países, como Francia o Inglaterra, pero en Españaaún resulta complicado abrirse camino. “Anivel nacional, el circo era algo muy cerrado, muy tradicional y muy defamilia. Los grupos independientes que ven el circo desde otras perspectivas todavíano han sido aceptados del todo. Pero, poco a poco, el trabajo de estos artistasestá consiguiendo que se acepte el circo de otra forma, como algo más amplio“,afirma el miembro fundador.
Justamente,esta situación obliga a muchos artistas circenses a completar su formación enel extranjero. Al final, la sensación suele ser más dulce que agría: aunque enun principio cuesta tener que ausentarse durante varios años, el regreso sueletraer consigo buenos contactos que llegan a traducirse en proyectos de carácterinternacional. Así ha sido como la AVC ha desarrollado varios a nivel europeo:Pedojugglin, Circonnection, Educircation
“Graciasa ellos hemos podido desarrollarnos como artistas, como proyecto educativo ycomo espacio de circo“, concluye Gonzalo. Y el aprendizaje continúa: haceapenas unos días que 12 artistas de la asociación regresaron de Inglaterra,donde pusieron en común sus conocimientos con los de otra compañía llamada Invisible Circus. El resultado, unespectáculo en carpa de cuatro noches. “Ha sido una experiencia muy bonita“,apunta este profesional.
Así, esteespacio de circo va creciendo paso a paso. Los cabarets, unas pocassubvenciones y los cursos para aficionados que imparten garantizan susubsistencia por el momento. Sin embargo, no corren buenos tiempos para el arteen general. En palabras de Gonzalo: “Elcirco en España estaba muy bien, pero la crisis ha entrado fuerte. Antes había50 compañías que vivían muy bien, otras 100 que sobrevivían y muchas por detrásque intentaban hacerse un hueco, pero por desgracia se ha recortado mucho encultura y ahora cada vez es más difícil estar arriba. Así, vivimos un momentoen el que hay mucho nivel, pero también más competencia entre nosotros, porquehay menos dinero. Y ya se sabe que cuando no hay dinero el arte explota, por loque la gente tiene que ser muy buena para poder dedicarse a esto“.
Por tanto,el apoyo institucional se plantea fundamental para garantizar un prósperofuturo de este ámbito. Mientras aguarda por esta ayuda, la AVC se ha embarcadoen la creación de una nueva Federación Española de Circo junto con laAsociación de Circo de Andalucía
(ACA) y la Asociación de Profesionales deCirco de Cataluña (APCC). El objetivo es conseguir una mayor unidad en elsector, la cual permita hacer frente a las dificultades con mayor desahogo, esdecir, la misma fórmula que este colectivo viene aplicando en Valencia desdehace diez años. “A nosotros nos gustaríaun circo que estuviera muy apoyado por las instituciones y por la sociedad. Nosgustaría que fuese un arte que se viese igual que la danza o el teatro“,aclara Gonzalo.
Con todo,el nuevo circo sigue avanzando en los pocos rincones que logra asegurar. Aquíno se explota ni a personas ni a animales, solo el talento de los artistas. Susmuestras en público dejan boquiabierto a cualquiera. Cabe esperar que estafascinación se traduzca próximamente en una base firme sobre la que poderdesplegar todo el potencial que este arte comprende.
Óscar Delgado